La Unión Europea establecerá el modo en que sus países miembros deben desarrollar conjuntamente los grandes proyectos de energías renovables, en un intento de evitar que los proyectos se retrasen por disputas sobre el reparto de la factura, según muestra un documento visto por Reuters.

A medida que se acelera el cambio de Europa hacia una energía con bajas emisiones de carbono, los países están planificando nuevos grandes parques eólicos y otros proyectos de energía en alta mar que conectarán a varias naciones.

La forma en que los gobiernos y las empresas de estos países se reparten la factura de tales proyectos es una cuestión abierta, y a Bruselas le preocupa que las disputas sobre quién debe pagar puedan obstaculizar la construcción de estos nuevos grandes centros de energía verde.

"No subestimamos el potencial de conflictos, disputas y retrasos en proyectos de esta complejidad", declaró un alto funcionario de la UE.

El borrador de las directrices de la Comisión Europea, que se publicará esta semana y ha sido visto por Reuters, proporcionará una base para que los gobiernos negocien acuerdos sobre estos grandes proyectos de energías renovables en alta mar.

Por ejemplo, los países deberían considerar la posibilidad de detraer una parte de estos ingresos por congestión y depositar el dinero en un fondo que podría invertir en futuros proyectos de energías renovables que beneficien a varios países de la región, según el borrador.

Un plan de este tipo "colmaría las lagunas de inversión, persistentemente difíciles de colmar", para los grandes proyectos energéticos transfronterizos, según el borrador.

Otras formas de cubrir las lagunas de financiación podrían incluir acuerdos de "transferencia estadística" en los que un país invierte en un proyecto de energías renovables en otro país, a cambio de recibir créditos que el país inversor puede contabilizar para cumplir sus objetivos en materia de energías renovables, según el borrador.

Bélgica y Francia están actualmente enfrentadas por un nuevo gran parque eólico proyectado frente a la costa de Dunkerque, que Bélgica quiere trasladar a otro emplazamiento.

Los países también podrían explorar nuevas formas de propiedad conjunta de tales proyectos, incluyendo el lanzamiento de nuevas entidades de transmisión de energía en alta mar para desarrollar proyectos de redes de energía en alta mar conectadas a múltiples países, decía el borrador.

También instaba a los países a decidir pronto cómo compartir los ingresos de la congestión que un proyecto acabará generando - y considerar la posibilidad de dividirlos basándose no sólo en la división de la propiedad del proyecto, sino también en el coste de su explotación.