Boohoo dijo el martes que la fábrica de 23.000 pies cuadrados en Leicester, en el centro de Inglaterra, es "una prueba de su compromiso con la ciudad de Leicester y la fabricación británica ética".

En 2020, el minorista, que vende ropa, zapatos y accesorios dirigidos a jóvenes de entre 16 y 40 años, aceptó todas las recomendaciones de una revisión independiente que halló fallos importantes en su cadena de suministro en Inglaterra tras las denuncias periodísticas sobre las condiciones laborales y los bajos salarios en fábricas de la zona de Leicester.

Boohoo se comprometió a solucionar los problemas con su programa "Agenda para el cambio" y en marzo del año pasado reveló una importante consolidación en su lista de proveedores británicos.

Afirmó que estaba invirtiendo "millones de libras" en la nueva fábrica de Leicester, que tendrá capacidad para fabricar decenas de miles de prendas. Se crearán hasta 180 puestos de trabajo.

Boohoo también planea utilizar el emplazamiento como centro de formación para los equipos de producto de sus 13 marcas y para orientar a los proveedores.

El mes pasado, el grupo advirtió sobre el beneficio anual por segunda vez en cuatro meses, culpando a un repunte en las tasas de devolución de productos, la interrupción de las entregas internacionales y el aumento de los costes de flete de entrada.

Las acciones de Boohoo han bajado un 71% en el último año.