La compañía está en conversaciones para recaudar más de 200 millones de dólares para financiar las actividades de producción hasta finales de año y más allá, dijo en una presentación regulatoria el lunes.

Estos comentarios suponen un giro respecto a las declaraciones del consejero delegado, Carsten Breitfeld, el mes pasado, en las que afirmaba que Faraday Future sería capaz de lanzar su modelo insignia sin necesidad de financiación adicional.

Las empresas emergentes de vehículos eléctricos que prometían perturbar la industria del automóvil mediante un enfoque basado en el software y la tecnología están ahora luchando por recortar costes y asegurar nuevas líneas de financiación.

La escasez de financiación obligó a Electric Last Mile Solutions, una startup de furgonetas de reparto eléctricas, a solicitar la protección por quiebra del capítulo 7 en junio.

Faraday Future dijo que las primeras entregas del FF91 en EE.UU. también podrían retrasarse hasta el cuarto trimestre por problemas en la cadena de suministro. El vehículo, considerado por la empresa como un rival del Bentley del Grupo Volkswagen y del Maybach de Mercedes Benz, se esperaba anteriormente el lanzamiento en el tercer trimestre.

Faraday Future es una de las muchas empresas emergentes de vehículos eléctricos que salieron a bolsa a través de fusiones en blanco, un mercado que se ha ralentizado este año debido al escrutinio normativo y al mal comportamiento de las acciones de las empresas que cotizaron por esa vía.

Las acciones de Faraday Future, con sede en Los Ángeles (California), han bajado alrededor de un 57% en lo que va de año.