La divisa egipcia se mantenía estable en torno a las 49,5 libras por dólar en la apertura del mercado del jueves, un día después de que el banco central dejara caer la moneda y se comprometiera a cambiar a un sistema de tipo de cambio más flexible mientras el país se aseguraba un programa ampliado de 8.000 millones de dólares con el Fondo Monetario Internacional.

La libra se mantuvo en el mismo rango en el que se había situado cerca del cierre del miércoles, según mostraron los datos del LSEG. Antes de la devaluación del miércoles y de una fuerte subida de los tipos de interés, el banco central ha mantenido la divisa durante cerca de un año en algo menos de 31 libras por dólar.

Un tipo de cambio más flexible, desde hace tiempo una exigencia clave del FMI, se considera crucial para restablecer la confianza de los inversores en una economía que lleva dos años lastrada por la escasez de divisas.

Egipto ha prometido tal medida en el pasado, sólo para volver a mantener la moneda a un tipo fijo.

El banco central afirma que se ha asegurado la financiación suficiente para garantizar la liquidez en divisas. Su gobernador declaró a los periodistas el miércoles que seguiría teniendo capacidad para intervenir, como en otros países, en caso de "movimientos ilógicos".

El FMI, que acordó añadir 5.000 millones de dólares a su actual programa de préstamos de 3.000 millones con Egipto, ha dicho que busca un tipo de cambio sostenible, unificado y determinado por el mercado.

En el marco del programa, Egipto se ha comprometido a emprender reformas estructurales para estabilizar los precios, gestionar la carga de la deuda y fomentar el crecimiento del sector privado.

La devaluación de facto de la libra y el acuerdo con el FMI se producen dos semanas después de que Egipto firmara un acuerdo con el fondo soberano emiratí ADQ que, según dijo, aportará 35.000 millones de dólares de inversiones en dos meses, incluida la conversión de 11.000 millones de dólares en depósitos existentes.

La escasez de divisas ha frenado la actividad empresarial local y ha provocado atascos en los puertos y retrasos en los pagos de productos básicos.

Las remesas de los egipcios que trabajan en el extranjero, la principal fuente de divisas del país, se ralentizaron bruscamente el año pasado ante las expectativas de una caída de la libra.

Desde principios de 2022, cuando se agravó la escasez de divisas, la libra ha perdido ya más de dos tercios de su valor frente al dólar en una serie de devaluaciones escalonadas.