Frente al dólar, la libra se mantuvo en torno a 1,2005 dólares, un poco por debajo del máximo del viernes de 1,2064 dólares, que fue el nivel más alto en casi tres semanas. Frente al euro, la libra se mantuvo estable en 85,02 peniques.

"La recuperación post-pandémica del Reino Unido va a la zaga del resto de las economías del G10 y es probable que la inflación resulte más difícil debido al Brexit, lo que complicará aún más la política del BoE", dijeron los estrategas de Citibank en una nota a clientes.

Las empresas británicas crecieron en julio a su ritmo más lento en 17 meses y las presiones inflacionistas se relajaron, según una encuesta del sector realizada la semana pasada.

La economía británica está sintiendo la presión de la inflación, que va camino de alcanzar los dos dígitos, impulsada en gran parte por la subida vertiginosa de los precios del combustible.

A pesar de que el gasto de los consumidores y las empresas están pasando por dificultades, se espera que el Banco de Inglaterra suba los tipos de interés en 50 puntos básicos en la reunión de política monetaria del 4 de agosto.

Los últimos datos de posicionamiento muestran que los inversores han consolidado sus apuestas bajistas sobre la libra en 4.300 millones de dólares, no muy lejos de un máximo de casi dos años de 6.200 millones de dólares en mayo.

Los inversores esperan en general que la Fed suba los tipos de interés en otros 75 puntos básicos cuando concluya una reunión de política monetaria de dos días el miércoles.