Las recomendaciones de la Comisión para los 19 países que comparten el euro forman parte de la coordinación política anual de la UE, según la cual el brazo ejecutivo de la UE elabora la mejor combinación de políticas para el bloque monetario en su conjunto.

La coordinación es aún más importante este año debido a la guerra en Ucrania, la consiguiente crisis de los precios de la energía y la esperada recesión técnica en Europa, retos a los que los distintos países de la zona euro suelen responder de forma diferente.

"La economía europea se enfrenta a un año de desafíos. Pero si permanecemos unidos y damos una respuesta política coordinada, estamos bien situados para afrontarlos", dijo el comisario de Economía, Paolo Gentiloni.

Un problema clave es la magnitud de las ayudas que los gobiernos ofrecen a los hogares y a las empresas para hacer frente a los elevados costes de la energía, que alcanzan cifras récord. La Alemania más rica ofrece un paquete de ayudas que duplica el de sus pares ricos, Francia e Italia.

Estas ayudas no sólo distorsionan la competencia en el mercado único de la UE, sino que también actúan como estímulo fiscal y van en contra de los esfuerzos del BCE por reducir la inflación récord, según la Comisión.

El efecto negativo se ve amplificado por el hecho de que el 70% de las medidas de apoyo del gobierno son amplias y serán difíciles de eliminar, en lugar de ser temporales y estar dirigidas a los más vulnerables de la economía, dijo la Comisión.

"Los Estados miembros de la zona del euro deben seguir coordinando las políticas fiscales para apoyar el retorno oportuno de la inflación al objetivo del 2% a medio plazo del Banco Central Europeo", dijo.

"(Deberían) garantizar que el apoyo prestado a los hogares y las empresas que sufren tensiones financieras a causa de la crisis energética sea rentable, temporal y esté dirigido a los más vulnerables, en particular las PYME", dijo.

Recomendó a los gobiernos que establecieran un sistema en el que el Estado subvencionara un determinado nivel de consumo de energía, pero que todo lo que superara ese nivel tuviera que pagarse al precio más alto, el del mercado, para garantizar que hubiera un incentivo para el ahorro energético.

La Comisión también instó a los gobiernos a no recortar la inversión pública cuando la economía entre en una recesión técnica -definida como dos trimestres consecutivos de contracción-, una tarea que se vería facilitada por las subvenciones disponibles en el fondo de recuperación post-pandémica de la UE.

A la hora de influir en la evolución de los salarios, los gobiernos deben buscar un equilibrio entre la protección del poder adquisitivo de los trabajadores en un momento de subidas récord de los precios al consumo, al tiempo que limitan los llamados efectos de segunda ronda sobre la inflación, cuando el aumento de los salarios no hace sino desencadenar más subidas de precios, añadió.