Las tropas eritreas lucharon junto al ejército etíope y las milicias aliadas en el conflicto de dos años que enfrentó al gobierno etíope con las fuerzas rebeldes de la región septentrional de Tigray.

Sin embargo, en noviembre, el gobierno etíope y las fuerzas de Tigray firmaron un acuerdo para poner fin a las hostilidades. Dicho acuerdo ordenaba la retirada de todas las fuerzas extranjeras de Tigray.

"Con respecto a los eritreos, tenemos entendido que han retrocedido hasta la frontera y se les ha pedido que se marchen", declaró la embajadora estadounidense ante las Naciones Unidas, Linda Thomas-Greenfield, en una conferencia de prensa durante una visita a la capital keniana, Nairobi.

No proporcionó ninguna prueba ni fuente de esta valoración. El ministro de Información de Eritrea, Yemane Gebremeskel, no respondió a una solicitud de Reuters para hacer comentarios.

La guerra de Tigray, que comenzó en noviembre de 2020, causó decenas de miles de muertos y obligó a millones de personas a huir de sus hogares. Por ello, la posible presencia continuada de tropas eritreas en Tigray se ha considerado un obstáculo clave para la aplicación efectiva del acuerdo.

Un alto cargo militar etíope que informó el sábado a funcionarios extranjeros negó que hubiera tropas eritreas en el país.

"No hay ninguna otra fuerza de seguridad en la región de Tigray, excepto las Fuerzas de Defensa de la República Democrática Federal de Etiopía", declaró el general de división Teshome Gemechu, utilizando el acrónimo de República Democrática Federal de Etiopía.

Un portavoz de las fuerzas de Tigray, Getachew Reda,

rechazó las afirmaciones de que las tropas eritreas habían abandonado Tigray y dijo que "miles" seguían allí.

El portavoz del gobierno etíope Legesse Tulu, Redwan Hussein, asesor de seguridad nacional del primer ministro, y el coronel Getnet Adane, portavoz del ejército etíope, tampoco respondieron a las peticiones de comentarios sobre las afirmaciones de Thomas-Greenfield y Getachew.