Los ganadores republicanos de las primarias del martes respaldados por Trump repiten como loros las falsedades de las elecciones de 2020 del ex presidente, comúnmente conocidas como la Gran Mentira, según la cual la contienda entre Trump y el presidente demócrata Joe Biden fue robada por el fraude.

Entre los vencedores, Mark Finchem obtuvo la nominación para ser candidato a secretario de Estado de Arizona, un puesto que le daría una enorme influencia sobre el desarrollo de las elecciones si se impone a su oponente demócrata en noviembre.

Finchem asistió al infame discurso de Trump en Washington el 6 de enero de 2021, donde los partidarios de la Gran Mentira se reunieron antes de marchar para atacar el Capitolio de Estados Unidos en un esfuerzo fallido por impedir que el Congreso certificara los resultados de las elecciones de 2020.

También en Arizona, Associated Press informó que Blake Masters se aseguró la nominación republicana en la carrera al Senado. Masters cuenta con el respaldo de Trump y el apoyo del multimillonario tecnológico Peter Thiel. También ha prometido trabajar para destituir al presidente de EE.UU. Joe Biden y procesar al Dr. Anthony Fauci, el principal experto en COVID-19 del gobierno de EE.UU.

En Kansas, el fiscal general del estado, Derek Schmidt, respaldado por Trump, se aseguró la candidatura republicana a gobernador.

Y en Michigan, el representante republicano Peter Meijer fue derrotado por el aspirante de extrema derecha John Gibbs. Meijer fue uno de los 10 republicanos de la Cámara de Representantes que votó a favor de la destitución de Trump por incitar el ataque al Capitolio.

Mientras coquetea públicamente con la posibilidad de volver a presentarse a la presidencia, Trump ha respaldado a más de 200 candidatos. La mayoría son apuestas seguras -republicanos en ejercicio en distritos conservadores-, pero incluso en carreras competitivas muchos de sus candidatos se han impuesto.

Algunos analistas políticos dicen a Reuters que los candidatos respaldados por Trump que apoyan las falsedades electorales y restan importancia a la violencia del 6 de enero podrían poner en peligro las esperanzas del Partido Republicano de retomar el Congreso en noviembre.

Una encuesta de Reuters/Ipsos del mes de julio encontró que sólo el 34% del público estadounidense ve a Trump de forma favorable, en comparación con el 60% que lo ve de forma desfavorable.