Las diminutas bolitas de plástico se utilizan para fabricar artículos cotidianos, desde botellas de agua hasta bolsas de la compra. También son una amenaza para el medio ambiente, pues se suman al azote del plástico en los océanos - y son difíciles de limpiar debido a su diminuto tamaño.

La UE está elaborando una ley para evitar los vertidos de pellets, 176.000 toneladas métricas de los cuales se liberan accidentalmente cada año, según la Agencia Europea de Sustancias y Preparados Químicos.

Joao Albuquerque, el principal negociador del Parlamento Europeo sobre la nueva ley, dijo el jueves que había propuesto ampliar los requisitos para que las empresas eviten los vertidos para incluir también al sector naviero, sobre todo después del incidente de Galicia.

"Esto se ha vuelto extremadamente urgente. Estos dramas son casi siempre evitables", declaró Albuquerque en una reunión de la comisión parlamentaria de la UE.

Su propuesta también ampliaría la ley para cubrir no sólo los pellets, sino también las escamas de plástico, los polvos y el polvo utilizados para fabricar los productos.

El Parlamento se apresura a acordar su posición negociadora, para dar a las conversaciones con los países de la UE para terminar la ley una oportunidad de concluir antes de las elecciones de la UE en junio.

Los legisladores verdes y liberales respaldaron el jueves las medidas más estrictas. El Partido Popular Europeo, de centro-derecha, se resistió a algunas, incluido el intento de Albuquerque de aumentar el número de empresas cubiertas.

Los millones de pellets arrastrados hasta España proceden de al menos un contenedor que cayó de un barco frente a las costas del vecino Portugal el mes pasado.

Se han encontrado microplásticos en el cuerpo humano, en el hielo marino polar y en las fosas oceánicas más profundas, y pueden matar a las aves y tortugas que se los comen.

La Comisión Europea dijo que su propuesta original de ley omitía el transporte marítimo porque las cuestiones medioambientales en la navegación internacional las gestiona la Organización Marítima Internacional. No obstante, sugirió que la ley podría reforzarse para que al menos cubriera la contaminación por plásticos de los trayectos dentro de la UE.