JERUSALÉN, 26 jun (Reuters) - Alrededor de 300 médicos militares israelíes de unidades de reserva comunicaron el lunes al ministro de Defensa que se negarían a prestar servicio si el Gobierno sigue adelante con una controvertida ley que despojaría al más alto tribunal de la mayoría de sus competencias.

Los legisladores israelíes comenzaron a debatir el domingo un proyecto de ley que limitaría los poderes de la Corte Suprema, retomando una reforma judicial instigada por la coalición nacionalista religiosa del primer ministro Benjamin Netanyahu que ha provocado protestas masivas.

La coalición afirma que su objetivo es equilibrar los poderes del Gobierno, el legislativo y el judicial, controlando a una Corte Suprema que consideran demasiado intervencionista.

Los que se oponen a la medida afirman que erosionaría la democracia al eliminar los principales controles y equilibrios sobre los poderes del gobierno.

En una carta al ministro de Defensa, de la que Reuters obtuvo copia, los médicos afirmaban que no podían seguir ofreciéndose voluntarios para el servicio cuando el Gobierno estaba "violando el contrato básico entre nosotros y el Estado".

"Si no hay guardianes y no hay una revisión judicial efectiva (...) no podremos confiar en nuestros comandantes cuando nos envíen a misiones militares", dice la carta. "No serviremos a una dictadura", añade.

Las manifestaciones antigubernamentales habían llevado a Netanyahu a suspender su campaña de reforma judicial en marzo, para permitir conversaciones de que llevasen a un acuerdo con los partidos de la oposición. La semana pasada declaró infructuosas esas conversaciones y ordenó que se reactivara parte del proyecto de ley.

Los reservistas militares dijeron que habían continuado presentándose al servicio mientras daban tiempo a que las conversaciones en busca de un acuerdo dieran resultados, pero renovaron los llamamientos a rechazar las convocatorias cuando se rompieran las conversaciones.

Los cambios propuestos, que incluyen restricciones a la capacidad del tribunal para fallar contra el Gobierno, provocaron frecuentes protestas callejeras antes de la suspensión de marzo. Los activistas contrarios a la reforma bloquearon una de las principales autopistas de Tel Aviv el sábado por la noche.

Los legisladores de la coalición gobernante han indicado que el nuevo proyecto de ley será una versión mucho más suave que las propuestas anteriores, que pretendían eliminar casi por completo el poder de la Corte Suprema para fallar contra el ejecutivo.

La oposición, sin embargo, afirma que el nuevo proyecto seguiría abriendo la puerta a la corrupción.

La propuesta de reforma judicial también ha despertado la preocupación de Occidente por la salud democrática de Israel y ha asustado a los inversores. Los críticos lo consideran un intento de frenar la independencia de los tribunales por parte de Netanyahu, que está siendo juzgado por cargos de corrupción que él niega.

(Reporte de Emily Rose; Editado en Español por Ricardo Figueroa)