Los precios de consumo básicos en Tokio, un indicador adelantado de la inflación a nivel nacional, subieron un 2,8% en septiembre con respecto al año anterior, marcando la mayor subida desde 2014 en una señal de ampliación de las presiones de los costes.

El índice de precios al consumo (IPC) básico de la capital de Japón, que incluye los productos petrolíferos pero excluye los precios de los alimentos frescos, igualó la previsión media del mercado y siguió a un aumento del 2,6% en agosto.

Fue el cuarto mes consecutivo en el que la tasa de aumento del índice superó el objetivo del 2% del Banco de Japón, e igualó el aumento del 2,8% alcanzado en junio de 2014.

Los precios subieron en una amplia gama de bienes y servicios, como las facturas de electricidad, el chocolate, el sushi o las facturas de los hoteles, según mostraron los datos del gobierno, una señal de que más empresas estaban trasladando el aumento de los costes de las materias primas a los hogares.

Los datos se encuentran entre los factores clave que el Banco de Japón examinará para calibrar si la reciente inflación impulsada por los costes podría transformarse en una subida sostenida de los precios impulsada por una sólida demanda interna.

El Banco de Japón se ha comprometido a mantener una política monetaria ultralaxa a pesar de las recientes subidas de la inflación, que considera impulsadas por factores temporales como el aumento de los combustibles y las materias primas y no por un fuerte consumo. (Reportaje de Yoshifumi Takemoto; Edición de Sam Holmes)