El índice de precios al consumo subió un 0,26% en la semana que finalizó el 6 de febrero, según informó el servicio federal de estadística Rosstat, frente a la subida del 0,21% de la semana anterior. En lo que va de año, los precios han subido un 1%.

Se espera que el banco central mantenga su tipo de interés básico en el 7,5% el viernes, pero que dé a entender que podrían ser necesarias futuras subidas de tipos a medida que se acentúen los riesgos inflacionistas.

Su objetivo es devolver la inflación a su meta del 4% para 2024 y ha pronosticado que la inflación caerá a entre el 5% y el 7% este año.

"El regulador ha hablado constantemente de la prevalencia de los riesgos proinflacionistas y, probablemente, también los observará esta vez", afirmó el gestor de carteras de Alfa Capital, Evgeny Zhornist.

"Sin embargo... no hay motivos para pasar a una subida del tipo clave", añadió, explicando que los riesgos eran similares a los observados cuando el Banco de Rusia se reunió por última vez en diciembre.

Un quebradero de cabeza para el banco central es el creciente déficit presupuestario de Rusia, causado por la reducción de los ingresos energéticos y el aumento de los gastos, que sólo en enero se situó en casi 25.000 millones de dólares, mientras las sanciones y el coste de la campaña militar de Moscú en Ucrania ahogan las perspectivas de la economía.

La inflación anual para 2022 fue del 11,9%. El ministro de Economía, Maxim Reshetnikov, ha declarado que espera que la inflación descienda sustancialmente a finales del primer trimestre, y que la cifra del segundo trimestre se sitúe por debajo del objetivo del 4%.