Las fronteras entre las dos naciones más pobladas de la región del Magreb se mantienen cerradas desde 1994, a pesar de los repetidos llamamientos de Marruecos en los últimos años para su reapertura.

Argelia cortó unilateralmente los lazos con Marruecos en 2021 y detuvo el flujo de un gasoducto a España a través de Marruecos. Posteriormente prohibió a todos los aviones marroquíes cruzar su espacio aéreo.

La disputa del Sáhara Occidental ha estado en el centro del empeoramiento de los lazos entre los dos países.

Marruecos considera el territorio como propio, pero el Frente Polisario, respaldado por Argelia, quiere establecer allí un Estado independiente.

"Rezo a Dios Todopoderoso para que las cosas vuelvan a la normalidad y se abran las fronteras entre los dos países y pueblos vecinos y hermanos", dijo el rey de Marruecos en un discurso.

También acogió con satisfacción el reconocimiento israelí de la soberanía de Marruecos sobre el Sáhara Occidental, una decisión ferozmente criticada por Argelia, que ya había expresado anteriormente su descontento por los crecientes lazos en materia de seguridad entre Rabat y Tel Aviv.

"Quisiera decir a los dirigentes y al pueblo de nuestra nación hermana, Argelia, que nunca se les hará ningún mal, ni se les hará ningún daño desde Marruecos", declaró el rey Mohammed.

El presidente de Argelia, Abdelmedjid Tebboune, declaró a principios de año que las relaciones con Marruecos habían alcanzado "el punto de no retorno".