Por María Martínez

BARCELONA (EFE Dow Jones)--Al enfrentarse a un nuevo incremento de los casos de coronavirus, muchos países europeos han ampliado sus programas de protección de empleo que pusieron en marcha para evitar un aumento del paro durante los confinamientos de la primavera.

Sin embargo, aunque las tasas de desempleo en la eurozona están aguantando razonablemente bien como resultado, los economistas advierten de que el efecto real de la pandemia en los mercados laborales es mucho más grave de lo que sugieren las cifras oficiales.

Estos programas, que permiten a las compañías mandar a casa a sus empleados temporalmente o reducir las horas de trabajo mientras el Estado paga una gran parte de sus salarios, se implantaron en la eurozona cuando apareció la pandemia. En abril, un total de 33 millones de trabajadores de Alemania, Francia, Italia y España estaban cubiertos por estas medidas, lo que representa un 20% de la fuerza laboral del bloque antes del Covid-19.

Gracias a estos programas, y a pesar de una contracción histórica del 11,8% de la actividad económica de la eurozona en el segundo trimestre, las tasas de paro solo se incrementaron modestamente en la mayoría de países. El desempleo oficial de la eurozona alcanzó el 8,3% en septiembre, por encima del mínimo histórico del 7,2% de marzo. Sin estos programas, el desempleo de la eurozona habría crecido al 13% este año, según las estimaciones de Fitch Ratings.

"La tasa de paro en el área del euro solía ser un buen barómetro del estado cíclico del mercado laboral de la eurozona, pero esto ya no es así ante el impacto del Covid-19", señala Marc de Muizon, economista de Deutsche Bank.

Las restricciones de movilidad y los cierres de los colegios evitaron que aquellos que perdieron sus trabajos en primavera buscaran un nuevo empleo. Estadísticamente, estas personas no han sido contadas como desempleadas porque no estaban buscando activamente trabajo, apunta el economista.

Es más, la manera en la que la oficina de estadísticas de la Unión Europea, Eurostat, mide el empleo supone que incluso los trabajadores con cero horas en sus programas de protección se consideran contratados. De Muizon estima que en septiembre casi el 5% de todos los trabajadores de las cuatro grandes economías --Alemania, Francia, Italia y España-- todavía estaban sujetos a estas medidas.

Conforme se imponen restricciones por toda Europa para contener el nuevo incremento en los casos este otoño, varios países han prorrogado los programas de protección del empleo para suavizar el impacto de los confinamientos en el mercado laboral. El Kurzarbeit alemán estará en vigor hasta el final de 2021, mientras que el sucesor del Chomage Partiel francés continuará hasta la primavera de 2022. Italia y España han extendido sus programas solo hasta el final de 2020 y enero de 2021, respectivamente, pero se espera que aprueben más prórrogas.

Estos mecanismos podrían haber ayudado a proteger el empleo y la cohesión social de la zona euro, peor no pueden durar para siempre, indica Fabio Balboni, economista sénior de HSBC. La ampliación de estos programas durante la segunda ola de contagios significa que todavía podría haber siete millones de trabajadores dentro de estos planes en la eurozona en el primer trimestre de 2021, comenta Balboni.

"El reto de reabsorber a los parados simplemente podría haberse aplazado, particularmente si los niveles de actividad no se recuperan del todo, elevando el riesgo de cicatrices permanentes", afirma Balboni.

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Versión española de María Vega Paúl maria.vega@dowjones.com y Carlos López Perea carlos.perea@dowjones.com

Editado por CLP

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November 18, 2020 12:41 ET (17:41 GMT)