17 mar (Reuters) -Las acciones de Credit Suisse y First Republic Bank volvían a caer el viernes a pesar del apoyo multimillonarios que recibieron ambos bancos, pero una fuente afirmó que los supervisores del Banco Central Europeo no ven contagio alguno por la agitación financiera en la zona euro.

Poco después de que Credit Suisse obtuvo el jueves un préstamo de emergencia del banco central de hasta 54.000 millones de dólares, los grandes bancos estadounidenses acudieron en grupo con un salvavidas de 30.000 millones de dólares para First Republic, que tiene su sede en San Francisco y que ha estado bajo escrutinio desde el colapso de otros dos bancos estadounidenses de tamaño medio.

En los últimos días, los bancos estadounidenses han solicitado a la Reserva Federal un récord de 153.000 millones de dólares en liquidez de emergencia, superando el máximo anterior, durante la fase más aguda de la crisis financiera hace unos 15 años.

Esto refleja "las tensiones de financiación y liquidez de los bancos, impulsadas por el debilitamiento de la confianza de los depositantes", dijo la agencia de calificación Moody's, que esta semana bajó a negativa su perspectiva sobre el sistema bancario estadounidense.

Las acciones del segundo mayor banco suizo cayeron más de un 8% el viernes, y Morningstar Direct dijo que Credit Suisse había registrado más de 450 millones de dólares en salidas netas de sus fondos gestionados en Estados Unidos y Europa entre el 13 y el 15 de marzo.

Con la confianza de los inversores lejos de restaurarse, analistas, inversores y banqueros creen que la línea de crédito sólo ha dado a Credit Suisse algo de tiempo para decidir qué hacer.

Mientras tanto, las acciones de los bancos regionales estadounidenses, incluido PacWest Bancorp, también se derrumbaban. First Republic bajaba alrededor de un 25%.

El BCE celebró una reunión especial de su consejo de supervisión, la segunda de esta semana, para analizar la tensión y la volatilidad del sector bancario, una medida poco habitual antes de la reunión prevista para la semana que viene.

Sin embargo, los supervisores fueron informados de que los depósitos eran estables en toda la zona euro y que la exposición a Credit Suisse era irrelevante, dijo a Reuters una fuente familiarizada con el contenido de la reunión.

Un portavoz del BCE no quiso hacer comentarios.

Los bancos de la zona euro siguen teniendo un exceso de liquidez de unos 4 billones de euros (4,25 billones de dólares), que están dispuestos a devolver al BCE ahora que pedirle prestado se ha encarecido, según datos del banco central.

Un portavoz del Gobierno alemán afirmó que la situación actual de los bancos europeos no es comparable a la de la crisis financiera de 2008, y añadió durante una rueda de prensa que no hay motivos para preocuparse por el sector bancario del local.

Los valores bancarios de todo el mundo se han visto golpeados desde que Silicon Valley Bank (SVB) se desplomó la semana pasada, planteando interrogantes sobre otras debilidades del sistema financiero en general.

Aunque los acuerdos para apuntalar Credit Suisse y First Republic, junto con las medidas adoptadas por las autoridades monetarias, han ayudado a restablecer cierta calma, los inversores siguen preocupados por la posibilidad de que ocurra una crisis bancaria en toda regla.

El acuerdo sobre First Republic fue fraguado por poderosos actores, como la secretaria del Tesoro estadounidense, Janet Yellen; el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, y el presidente ejecutivo de JP Morgan, Jamie Dimon.

Aunque el apoyo de algunos de los nombres más importantes de la banca estadounidense evitó un colapso, los inversores se sorprendieron por las tardías revelaciones de First Republic sobre su posición de efectivo y cuánta liquidez de emergencia necesitaba.

Credit Suisse se convirtió en el primer gran banco mundial en acogerse a un salvavidas de emergencia desde la crisis financiera de 2008, avivando las dudas de si los bancos centrales serán capaces de mantener subidas agresivas de tasas de interés para frenar la inflación.

El BCE siguió adelante con una subida de tasas de 50 puntos básicos, argumentando que los bancos de la zona euro estaban en buena forma y que, en todo caso, unas tasas más altas deberían reforzar sus márgenes.

La atención se centra ahora en la decisión de la Reserva Federal de la próxima semana y en si mantendrá sus agresivas subidas de tasas de interés en su intento de controlar la inflación.  

(Reporte de Pete Schroeder y Chris Prentice en Washington, Nupur Anand en Nueva York, Tom Westbrook y Rae Wee en Singapur, Scott Murdoch en Sídney y Noel Randewich en Oakland; Escrito por Deepa Babington y Sam Holmes; editado en español por Benjamín Mejías Valencia y José Muñoz)