La startup de tres años, creada por los fundadores del fabricante de chips estadounidense Marvell, invertirá 3.200 millones de euros (3.420 millones de dólares) para producir en Italia los llamados "chiplets", que pueden tener el tamaño de un grano de arena, en virtud de un acuerdo respaldado por el gobierno.
Los chiplets se juntan en un proceso denominado empaquetado avanzado, una forma rentable de unir pequeños semiconductores para formar un procesador que puede alimentar desde centros de datos hasta electrodomésticos.
"Silicon Box ofrece a Piamonte la oportunidad de convertirse en un centro de semiconductores", declaró a la prensa el ministro de Industria, Adolfo Urso.
El proyecto forma parte de los antiguos esfuerzos italianos por atraer inversiones de empresas tecnológicas, incluido un acuerdo archivado con el fabricante de chips estadounidense Intel.
A plena capacidad, se espera que la inversión cree 1.600 nuevos puestos de trabajo, además de los empleos indirectos generados tanto para la construcción de la instalación como en el amplio ecosistema de suministro y logística implicado.
(1 dólar = 0,9352 euros)
