El ataque utilizó un software malicioso similar al utilizado por un grupo vinculado a la inteligencia rusa, desfigurando los sitios web del gobierno con mensajes amenazantes.

Serhiy Demedyuk, subsecretario del consejo de seguridad y defensa nacional, dijo a Reuters que Ucrania culpaba del ataque del viernes a un grupo conocido como UNC1151, y añadió que el ataque era la cobertura de acciones más destructivas entre bastidores.

El ataque salpicó los sitios web con una advertencia de "tener miedo y esperar lo peor" en un momento en que Rusia ha acumulado tropas cerca de las fronteras de Ucrania, y Kiev y Washington temen que Moscú esté planeando un nuevo asalto militar contra Ucrania.

La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki:

"Tenemos información que indica que Rusia ya ha preposicionado un grupo de operativos para llevar a cabo una operación de falsa bandera en el este de Ucrania. Los operativos están entrenados en guerra urbana y están utilizando explosivos para llevar a cabo actos de sabotaje contra las propias fuerzas proxy de Rusia. Nuestra información también indica que los agentes de influencia rusos ya están empezando a fabricar provocaciones ucranianas en los medios de comunicación estatales y sociales para justificar una intervención rusa."

Rusia ha rechazado tales temores como "infundados".

Mientras tanto, la ministra de Asuntos Exteriores de Canadá, Melanie Joly, viajará a la capital ucraniana, Kiev, la próxima semana para reafirmar su apoyo a la soberanía ucraniana y reforzar los esfuerzos para disuadir las "acciones agresivas" de Rusia, según informó Ottawa el sábado.

Joly emitió una declaración, diciendo en parte (cito):

"La acumulación de tropas y equipos rusos en Ucrania y sus alrededores pone en peligro la seguridad de toda la región. Estas acciones agresivas deben ser disuadidas".

Canadá, con una población considerable y políticamente influyente de ascendencia ucraniana, ha adoptado una línea dura con Moscú desde la anexión de Crimea en 2014, imponiendo medidas punitivas a más de 440 personas y entidades.

La oficina del primer ministro Justin Trudeau dijo que habló con el presidente ucraniano Volodymyr Zelenskiy el martes y "enfatizó que cualquier incursión militar en Ucrania tendría graves consecuencias, incluyendo sanciones coordinadas.