El accidente tuvo lugar cerca de la ciudad noroccidental de Louga, a unos 160 kilómetros (105 millas) de la capital Dakar, dijo el gobierno en un comunicado.

Se produjo después de un accidente en el que murieron 40 personas y unas 80 resultaron heridas cerca de la ciudad suroriental de Kaffrine el 8 de enero, uno de los más mortíferos que se recuerdan en Senegal en los últimos tiempos. Aquel siniestro se produjo después de que el neumático de un autobús de pasajeros reventara, lanzándolo a la trayectoria de otro autobús que circulaba en sentido contrario.

El incidente provocó la indignación por las peligrosas condiciones de conducción en Senegal, donde camiones, autobuses y taxis sobrecargados y destartalados se precipitan por estrechas autopistas de dos carriles plagadas de baches.

Se declararon tres días de luto tras la colisión del 8 de enero y desde entonces se ha prohibido que los autobuses de pasajeros circulen entre distritos desde las 11 de la noche hasta las 5 de la mañana.

El gobierno también impuso otras medidas para mejorar la seguridad vial, incluida la prohibición de importar neumáticos usados.