El conflicto entre Hezbolá e Israel se desarrolla en un contexto de profundas crisis financieras y políticas en Líbano, lo que aumenta los riesgos para el frágil país en caso de que las hostilidades desemboquen en una guerra total.

Hezbolá, respaldado por Irán, e Israel han estado intercambiando disparos desde el inicio de la guerra de Gaza en octubre. Ambas partes dicen estar preparadas para una posible escalada mientras los mediadores luchan por asegurar un alto el fuego en Gaza.

Aunque el conflicto ha estado relativamente contenido hasta ahora, está pesando mucho en un país en el que cinco años de crisis internas han vaciado el Estado.

He aquí un resumen de los problemas del Líbano:

COLAPSO ECONÓMICO

Líbano sigue aquejado por un catastrófico colapso financiero que golpeó al país en 2019.

Provocado por décadas de gasto despilfarrador y corrupción por parte de la élite gobernante, el colapso hundió la moneda, empobreció a franjas de población, paralizó los bancos y alimentó la mayor oleada de emigración desde la guerra civil de 1975-90.

El Banco Mundial la ha descrito como una de las depresiones más agudas de los tiempos modernos. La economía libanesa se redujo de 55.000 millones de dólares en 2018 a 31.700 millones en 2020. El gobierno aún no ha promulgado las reformas necesarias para la recuperación.

El impacto persistente de la crisis quedó plasmado en un informe del Banco Mundial de mayo, según el cual la pobreza se había más que triplicado en Líbano durante la última década, alcanzando al 44% de la población.

El informe concluyó que uno de cada tres libaneses era pobre en 2022 en cinco gobernaciones encuestadas, incluida Beirut. Mientras que los nuevos restaurantes de Beirut sirven a los ricos, el informe del Banco Mundial afirmaba que tres de cada cinco hogares habían recortado sus gastos en alimentación.

El Fondo Monetario Internacional dijo en mayo que la falta de acción en las reformas económicas necesarias seguía ejerciendo un pesado peaje sobre la economía y la población. Afirmó que no existía una estrategia creíble y financieramente viable para el sistema bancario.

El turismo y las remesas ayudaron a la economía a encontrar un fondo temporal para 2022 y principios de 2023, según el Banco Mundial. Antes del inicio de la guerra de Gaza, se preveía una ligera expansión de la economía en 2023 del 0,2%. Pero tras el inicio de las hostilidades, la previsión cambió a una contracción de entre el 0,6% y el 0,9%.

TENSIONES POLÍTICAS

Líbano no ha tenido un jefe de Estado ni un gabinete con plenos poderes desde que el mandato de Michel Aoun como presidente terminó el 31 de octubre de 202, dejando un vacío sin precedentes.

El gobierno del primer ministro Najib Mikati ha ejercido desde entonces en calidad de interino. Ocupar la presidencia e instalar un gobierno con plenos poderes requiere un acuerdo entre las facciones profundamente divididas del Líbano.

Por un lado, el enfrentamiento refleja las rivalidades entre los cristianos maronitas, para quienes está reservada la presidencia en el sistema sectario de reparto de poder del Líbano.

Por otro, refleja una lucha de poder entre el movimiento chií respaldado por Irán Hezbolá -que impulsó a su aliado Aoun a la presidencia en 2016- y los opositores que se oponen desde hace tiempo a que el grupo posea armas y dicen que ha vuelto a enredar unilateralmente al Líbano en un conflicto.

Dado que los políticos no muestran ningún compromiso en la pugna por el poder del Estado, un compromiso sobre la presidencia podría exigir el tipo de mediación extranjera que ha salvado al Líbano de anteriores enfrentamientos de este tipo.

CRISIS DE LOS REFUGIADOS SIRIOS

Trece años después de que estallara el conflicto sirio, Líbano sigue albergando la mayor población de refugiados per cápita del mundo: alrededor de 1,5 millones de sirios -la mitad de los cuales son refugiados formalmente registrados en la agencia de la ONU para los refugiados ACNUR- en un país de aproximadamente 4 millones de libaneses.

La financiación para la crisis siria está disminuyendo, lo que refleja el cansancio de los donantes que lidian con otros conflictos en todo el mundo. A pesar de sus diferencias, los partidos de todo el espectro político libanés están de acuerdo en que los sirios deben ser enviados a casa. (Redacción de Tom Perry, Edición de Timothy Heritage)