LONDRES/BUDAPEST, 22 ago (Reuters) - La británica Vodafone venderá su negocio húngaro por 715.000 millones de forintos (1.800 millones de dólares) en efectivo a la empresa local de telecomunicaciones 4iG y al Estado húngaro, consolidando así el control del Gobierno del primer ministro Viktor Orbán sobre el sector de las 'telecos'.

Orbán, en el poder desde 2010, ha ampliado la influencia de su Gobierno nacionalista en ámbitos como la energía, la banca y los medios de comunicación, que considera estratégicos, y desde hace tiempo alberga planes para reforzar su control sobre el sector de las telecomunicaciones.

Se espera que la operación, que no incluye el negocio de servicios compartidos de Vodafone, VOIS, cree el segundo mayor operador de telecomunicaciones de Hungría. 4iG tendrá una participación mayoritaria del 51%, mientras que el Estado húngaro tendrá el 49%.

El grupo británico de telefonía móvil y banda ancha dijo que ha acordado condiciones no vinculantes con los compradores, 4iG y la empresa estatal Corvinus Zrt.

4iG ha crecido exponencialmente en los últimos años, convirtiéndose en el grupo de telecomunicaciones dominante en Hungría mediante adquisiciones, lucrativos contratos estatales y el crecimiento de sus operaciones existentes.

El director general y mayor accionista, Gellert Jaszai, dijo a Reuters en 2019 que 4iG planeaba crecer a través de adquisiciones impulsadas por la deuda en Europa Central.

Los empresarios cercanos al partido gobernante en Hungría, Fidesz, han llegado a dominar varios sectores a medida que el Gobierno, que fue reelegido para un cuarto mandato consecutivo en abril, amplía su participación directa en una serie de sectores clave.

Se espera que la venta se complete a finales de 2022.

Las acciones de 4iG se disparaban un 9,25% el lunes, para cotizar a 850 forintos en la bolsa de Budapest a las 0843 GMT.

(1 dólar = 404,0500 forintos)

(Información de Pushkala Aripaka en Bengaluru y Sachin Ravikumar en Londres; información adicional de Krisztina Than; edición de Rashmi Aich y Kirsten Donovan; traducción de Darío Fernández)