Los operadores de telecomunicaciones han estado presionando a la Unión Europea para que aplique nuevas leyes que harían que las empresas tecnológicas estadounidenses como Google de Alphabet, Facebook de Meta y Netflix sufragaran parte de los costes de la red de telecomunicaciones europea, argumentando que impulsan gran parte del tráfico de internet de la región.

En septiembre, el jefe de Industria de la Comisión Europea, Thierry Breton, dijo que lanzaría una consulta sobre los llamados pagos de "reparto justo" a principios de 2023, antes de proponer una legislación.

Ahora, la Asociación Europea de Intercambio de Internet (Euro-IX) afirma que las propuestas corren el riesgo de reducir la calidad del servicio para los internautas de toda Europa y podrían "crear accidentalmente nuevas debilidades sistémicas" en las infraestructuras críticas, en una carta dirigida al responsable de Industria de la Comisión Europea, Thierry Breton, y a la vicepresidenta ejecutiva, Margrethe Vestager.

"Internet es un ecosistema complejo, y son los legisladores los responsables últimos de los efectos sistémicos derivados de las decisiones políticas", escribió Bijal Sanghani, director general de Euro-IX.

Sanghani añadió que los legisladores no deberían priorizar "las normas administrativas [sobre] la necesidad técnica o una internet de alta calidad" para los europeos.

Los críticos con el modelo SPNP (Sending Party Network Pays) propuesto han advertido de que el llamado "impuesto sobre el tráfico" podría llevar a plataformas impulsadas por contenidos como Facebook y otras plataformas de medios sociales a encaminar sus servicios a través de ISP (proveedores de servicios de internet) fuera de la UE.

Esto podría tener un efecto en cadena para los usuarios en Europa, ya que las plataformas podrían comprometer la calidad y la seguridad en aras de evitar las tasas. Alternativamente, podrían pagar las tasas, pero repercutir los costes en los usuarios finales.

Los detractores también argumentan que las propuestas socavan las normas del bloque sobre neutralidad de la red, según las cuales los proveedores de servicios de Internet no pueden bloquear o estrangular el tráfico para dar prioridad a unos servicios sobre otros.

En junio, una coalición de activistas por los derechos digitales advirtió de que la introducción de normas SPNP "socavaría y entraría en conflicto con las protecciones fundamentales de la neutralidad de la red" en la Unión Europea.

En una carta firmada por 34 ONG de 17 países, los críticos afirmaron que las empresas de telecomunicaciones ya son compensadas por sus propios clientes, y las acusaron de presionar para que se cobre por el uso del tráfico porque "simplemente quieren que se les pague dos veces por el mismo servicio".

La Comisión Europea no estuvo inmediatamente disponible para hacer comentarios.