El bestseller de Francis Fukuyama "El fin de la historia y el último hombre" se publicó hace 30 años y popularizó la idea de que el triunfo de la democracia liberal abriría una nueva era de paz y prosperidad mundial tras la Guerra Fría.

Desde entonces, una larga lista de acontecimientos y tendencias, desde los atentados del 11 de septiembre hasta el auge del populismo, han hecho que esa idea parezca algo anticuada, pero la invasión de Rusia en Ucrania constituye probablemente el último clavo en el ataúd de esa narrativa.

En esta última mañana de lunes de febrero de 2022, el futuro se ve muy diferente al de hace una semana.

A corto plazo, los mercados financieros se enfrentan a una situación extremadamente volátil agravada por el hecho de que las perspectivas para 2022 enviadas por los bancos de inversión a finales de 2021 son ahora completamente irrelevantes.

Las sanciones masivas aplicadas por los aliados occidentales, en particular la medida de bloquear a ciertos bancos rusos del sistema de pagos SWIFT, están enviando los precios del petróleo por encima de los 100 dólares el barril.

Uno de los efectos más espectaculares de las sanciones fue el desplome del rublo en casi un 30% de la noche a la mañana, y los inversores se apresuraron a buscar refugio en el dólar y el oro, mientras el euro caía un fuerte 1%.

La urgencia por aparcar el capital de forma segura también quedó expuesta a través del rendimiento del Tesoro estadounidense a 10 años, que cayó unos 9 puntos básicos hasta el 1,89%.

Sin embargo, el actual repunte de los bonos gubernamentales seguros dice poco sobre cómo reaccionarán los bancos centrales ante la crisis.

Por mucho que el aumento de los precios de la energía y el incremento de la inflación justifiquen que se acelere el ajuste monetario, también hay que tener en cuenta el inevitable impacto en el crecimiento económico. Goldman Sachs estima que el conflicto podría restar hasta un 0,4% del PIB de la zona euro este año.

Han crecido las apuestas para que la Reserva Federal de Estados Unidos y el Banco Central Europeo actúen con más cautela de la prevista.

En los mercados de renta variable, las bolsas europeas son las más expuestas y los futuros muestran que los valores del continente abren con una caída de alrededor del 3%, mientras que en Asia, el índice MSCI de valores regionales se mantuvo prácticamente plano.

Entre los principales anuncios del fin de semana, el fondo soberano noruego de 1,3 billones de dólares dijo que se desprendería de sus activos rusos y la británica BP decidió salir del capital del gigante ruso Rosnet.

Los acontecimientos clave que deberían proporcionar más dirección a los mercados el lunes:

-La producción de las fábricas japonesas se ve afectada por los recortes en la producción de automóviles, la crisis de Ucrania se suma a los riesgos

-Los oradores de la Fed: El presidente de Atlanta, Raphael Bostic

-Salidas de los mercados europeos: Atos, Bak of Ireland, Associated British foods, Erste Bank, Clariant

-Resultados en Estados Unidos: Hewlett-Packard