El gigante australiano de la biotecnología CSL Ltd dijo que el beneficio anual cayó debido a la disminución de las donaciones de plasma sanguíneo, el ingrediente clave de sus productos, y señaló el aumento de los costes de personal a medida que los volúmenes de recogida volvían a los niveles anteriores a la pandemia.

La tercera empresa australiana gana la mayor parte de su dinero pagando a personas en Estados Unidos por el plasma sanguíneo que convierte en tratamientos para enfermedades raras, pero desde el inicio de la COVID-19 en 2020 ha experimentado una caída de las donaciones debido a las restricciones de circulación y a las preocupaciones sanitarias.

Esto ha provocado una caída del 6% en el beneficio de un año a otro, hasta los 2.240 millones de dólares, en línea con las previsiones de la empresa. El antiguo laboratorio gubernamental dijo que las donaciones se recuperaron en una cuarta parte desde que subió las tasas que paga, lo que le permitió aumentar las ventas, pero añadió que el aumento de los costes limitaría los márgenes de beneficio.

"Los costes han subido, los costes de los empleados han subido, la cantidad de gente (disponible) para trabajar, especialmente en el sector minorista, es muy ajustada", dijo el director general Paul Perreault en una convocatoria de medios.

Los salarios en sus más de 300 centros de recogida han subido hasta un 10%, lo que Perreault calificó de "aumento significativo para competir".

La actualización muestra cómo la inflación galopante está afectando al nivel superior de la economía australiana. Las acciones de CSL bajaban un 4% a media sesión, frente a un mercado general plano, ya que los analistas recalcularon las previsiones para incluir el cambio del entorno operativo.

"Se espera que continúe el aumento del coste del plasma", dijeron los analistas de Jefferies en una nota a clientes, en la que también señalaban que los márgenes de beneficio de las ventas de plasma sanguíneo de CSL se habían reducido más de lo previsto.

Para compensar el descenso de los beneficios, el negocio de vacunas de CSL, que aporta una sexta parte del beneficio, aumentó su contribución en un 16%, ya que la pandemia avivó la demanda de inoculaciones contra el COVID-19 y otros virus como el de la gripe.

CSL dijo que esperaba un beneficio neto en el año fiscal 2023 de entre 2.400 y 2.500 millones de dólares y declaró un dividendo final de 1,18 dólares por acción, sin cambios respecto al año pasado.