Otro escenario. En 2022, su pequeña empresa generará casi la mitad de su volumen de negocios a través de su sitio web. ¿Cómo garantizar la seguridad de la actividad? Y ahora mismo, ¿qué garantiza que sus datos personales estén suficientemente protegidos en la web? En todos estos casos y en muchos otros, parte de la solución implica la ciberseguridad. El mundo hiperconectado en el que vivimos no hará más que aumentar el peso económico de la seguridad informática en el sentido más amplio. La explosión del mercado de la ciberseguridad no es un espejismo, las cifras lo demuestran. El gasto en protección contra los ciberataques ascendió a entre 3.500 y 4.000 millones de dólares anuales en todo el mundo en 2004. En aquel entonces, la mayoría de las empresas sólo disponían de un antivirus y un cortafuegos, un poco como los particulares de hoy en día. Para el año 2018, las estimaciones varían de una oficina de diseño a otra, a veces de forma significativa, pero todas superan los 100.000 millones de dólares, un múltiplo de 25 en 15 años. En el futuro, el crecimiento no será tan impresionante, pero este mercado debería seguir creciendo en dos dígitos, uno de los segmentos más dinámicos de la TI. Global Market Insights estimó en un estudio reciente que los ingresos del sector podrían alcanzar casi 300.000 millones de dólares anuales para 2024, lo que ilustra el inevitable aumento de la seguridad de la TI.