La cotización de BBVA se ha más que triplicado desde finales de 2020, reduciendo su diferencia de valoración con Santander y poniendo de relieve una divergencia de fortunas entre los bancos españoles que puede ser efímera.

Ambos hunden sus raíces en 1857 y en ciudades vecinas del norte de España, pero el Santander se ha convertido en el banco dominante en España, con más del doble de activos que el BBVA y, hasta hace muy poco, una capitalización bursátil mucho mayor.

Pero la diferencia se ha reducido de 20.000 millones de euros (22.000 millones de dólares) hace tres años a unos 5.500 millones de euros, lo que plantea interrogantes sobre cuál de los dos ha acertado en su estrategia.

El cambio refleja cómo los inversores están recompensando a los bancos que se reparten más sus resurgentes beneficios que a los que dan prioridad a la inversión en crecimiento futuro, así como a los que hicieron las apuestas correctas fuera de la Europa de crecimiento más lento.

Las acciones de BBVA, que vale unos 64.000 millones de euros frente a los 69.500 millones de valor de mercado de Santander, se han visto impulsadas por su filial en México, que cuenta con alrededor de una cuarta parte del mercado minorista.

"BBVA tiene en México una de las mejores franquicias de banca minorista de cualquier mercado emergente y le está yendo incluso mejor a BBVA que a Brasil a Santander", afirmó Enrique Quemada, presidente del banco de inversión ONEtoONE Corporate Finance Group.

Los inversores también han premiado a BBVA por decidir abandonar Estados Unidos en noviembre de 2020 para centrarse en entregar más efectivo a los accionistas, según dijeron analistas e inversores a Reuters.

"Por crecimiento, rentabilidad... dividendos crecientes y recompra de acciones, el mercado nos sigue recompensando", dijo el presidente de BBVA, Carlos Torres, a los accionistas este mes.

Torres es presidente desde finales de 2018, cuando Onur Genç se convirtió en consejero delegado de BBVA.

Desde 2021, BBVA ha distribuido 13.190 millones de euros a los accionistas, incluidas recompras extraordinarias por valor de 4.160 millones de euros. Esto equivale al 20,6% de su valoración de mercado actual, según cálculos de Reuters.

Un enfoque más cauteloso con respecto a los repartos bajo la presidencia ejecutiva del Santander, Ana Botín, la caída de la rentabilidad en Brasil y las fortunas dispares en algunos de sus 10 mercados principales han lastrado las acciones del banco más grande, añadieron analistas e inversores.

Botín, cuyo padre Emilio dirigió anteriormente el Santander, ocupa el cargo desde su fallecimiento en septiembre de 2014.

Santander, que a diferencia de BBVA no realiza recompras extraordinarias, ha desembolsado 12.800 millones de euros, el 18,4% de su capitalización bursátil, según cálculos de Reuters.

El énfasis en la distribución de capital ha elevado las acciones de otros bancos europeos, como el italiano UniCredit, mientras que los valores con políticas de repartos menos generosas, como Santander y BNP Paribas, se han quedado rezagados.

El director financiero del Santander, José García Cantera, dijo a Reuters que la preferencia de los inversores por los pagos de hoy durante un periodo de tipos de interés altos en lugar de los beneficios futuros con grandes descuentos no durará a medida que bajen los tipos.

"El crecimiento futuro será más valorado... Estamos empezando a ver los primeros signos de ello", dijo Cantera.

El BBVA declinó hacer comentarios.

MÁS DIVERSIFICADO

Aunque el BBVA no puede competir con el Santander en alcance y escala, sus acciones cotizan a más de 1,2 veces su valor contable gracias a una subida del 32,5% en lo que va de 2024.

Las acciones del Santander han subido un 15,5% en el mismo periodo, pero cotizan a poco más de 0,7 veces su valor contable, en el tercio inferior de los grandes bancos europeos, según muestran los datos de LSEG.

"Para el Santander tiene tantas piezas móviles... necesita que se alineen muchas estrellas", dijo el analista londinense de Berenberg Michael Christodoulou, que espera que se beneficie a medida que la caída de los tipos alivie las preocupaciones sobre la calidad de los activos, incluso en Brasil.

Christodoulou tiene una recomendación de "mantener" sobre ambos bancos.

Que las acciones de BBVA mantengan su impulso dependerá tanto de la rentabilidad del capital como de que pueda cumplir sus objetivos financieros en sus principales mercados mexicano y español, dada su mayor exposición a menos países que Santander.

BBVA obtiene más de dos tercios de sus beneficios en los mercados emergentes y reinvierte en menos negocios que Santander.

BBVA espera una rentabilidad sobre fondos propios tangibles (ROTE), una medida de la rentabilidad, de entre el 17% y el 20% en 2024, desde el 17% en 2023, mientras que Santander tiene como objetivo una ROTE del 16% en 2024, desde el 15,06% del año pasado.

Los analistas del broker Alantra esperan que el Santander se beneficie a medio y largo plazo del ahorro de costes con el despliegue de unidades globales y que logre un crecimiento más rápido de los beneficios.

La mejora de los resultados en el negocio de préstamos para automóviles del Santander en Europa y EE.UU. también debería ayudar, prevén.

Sin embargo, Santander debe mejorar la rentabilidad en Brasil, dicen otros analistas, que añaden que sus planes de expansión en EE.UU. deben dar sus frutos tras una caída del 48% del beneficio neto en ese país en 2023.

Para mantener a raya al BBVA, el Santander debería ser más agresivo con las recompras, afirma Carlos Peixoto, analista de Caixabank: "pero en este momento no están en condiciones de hacerlo".

El ratio de capital básico Tier 1 fully loaded del Santander, la medida más estricta de solvencia, se situó en el 12,26% a finales del año pasado, frente al 12,67% del BBVA.

El 22 de marzo, el Santander dijo que espera pagar más de 6.000 millones de euros en dividendos y recompra de acciones ordinarias con cargo a los resultados de 2024, en virtud de su política de distribuir la mitad de sus beneficios a los accionistas.

La estrategia del Santander de invertir en una gama más diversificada de negocios se verá recompensada con el tiempo, dijo Cantera.

"Cuando las cosas cambien y el mercado empiece a valorar más el crecimiento, los bancos que no invirtieron para el futuro van a estar en desventaja", añadió. (1 dólar = 0,9245 euros)