El grupo con sede en París, que posee marcas que van desde Lancome a Maybelline, dijo que las ventas ascendieron a 10.600 millones de euros (11.400 millones de dólares), justo por debajo de las expectativas de 10.900 millones de euros según las estimaciones de consenso citadas por Barclays.

El negocio minorista de viajes de la empresa, especialmente en Hainan y Corea del Sur, se ha visto mermado por una ofensiva del gobierno chino contra los revendedores conocidos como daigou. Los revendedores compran existencias a precios más bajos en otros mercados para revenderlas con descuento en el continente.

Su rival, Estee Lauder, anunció a principios de este mes sus planes de recortar entre un 3% y un 5% de su plantilla mundial en un intento de mejorar los márgenes a medida que los clientes chinos reducen el gasto en productos no esenciales.

La economía china no se ha recuperado de la crisis COVID-19 tan rápidamente como se esperaba, lastrada por una crisis inmobiliaria y un mayor desempleo juvenil.

A L'Oréal le ha ido mejor que a Estee Lauder en China, ya que acapara la mayor parte del mercado de belleza y cuidado personal del país, valorado en 78.900 millones de dólares, donde su división de lujo es líder del mercado de cosméticos de gama alta.

Las ventas de Estee Lauder descendieron un 8% en conjunto en el mismo trimestre.

El margen operativo de L'Oréal para 2023 se situó en el 19,8%, en línea con las expectativas.

(1 dólar = 0,9292 euros)