Durante años, los consumidores canadienses se han quejado de las elevadas facturas de los móviles, que figuran entre las más altas del mundo, y el gobierno liberal del primer ministro Justin Trudeau ha amenazado con tomar medidas si los proveedores no reducen las facturas en un 25%.

Desde entonces, la Comisión Canadiense de Radiotelevisión y Telecomunicaciones (CRTC) se ha visto presionada para que aumente la competencia y baje los precios allí donde tres empresas -la unidad Bell de BCE Inc, Telus Corp y Rogers Communications- controlan más del 80% del mercado de abonados móviles.

Por este motivo, los reguladores antimonopolio han paralizado la adquisición de Shaw Communications por parte de Rogers, por valor de 16.000 millones de dólares, alegando que el acuerdo reduciría aún más la competencia.

En abril del año pasado, la CRTC dictaminó que las grandes empresas de telecomunicaciones debían ofrecer acceso inalámbrico al por mayor a los llamados Operadores Móviles Virtuales (OMV), conjuntos más pequeños que luego pueden revender la capacidad a precios minoristas reducidos y repercutir el ahorro en los consumidores, pero con varias estipulaciones que se consideraron una victoria para las grandes empresas.

En la resolución del miércoles, la CRTC dijo que el servicio será obligatorio durante siete años, lo que dará tiempo a los proveedores regionales para construir y ampliar sus redes inalámbricas.

Además, los precios del acceso a los OMV deberán negociarse entre los proveedores.

Bell, Telus y Rogers no respondieron inmediatamente a las solicitudes de Reuters para hacer comentarios.