La medida marca el fin de una era, ya que los teléfonos, que contaban con un diminuto teclado físico QWERTY, fueron pioneros en el correo electrónico push y en el servicio de mensajería instantánea BBM.

El ex presidente de Estados Unidos, Barack Obama, uno de sus usuarios más célebres, fue noticia en 2016 cuando se le pidió que abandonara su BlackBerry y lo sustituyera por un smartphone sin nombre.

Blackberry perdió el favor de los usuarios con la llegada de los iPhones de pantalla táctil de Apple y los dispositivos Android rivales. En los últimos años, la empresa pivotó hacia la fabricación de software de ciberseguridad y sistemas operativos integrados para automóviles.

Las redes sociales se llenaron de homenajes. Un usuario de Twitter recordaba que era una "máquina fabulosa" y esperaba que los teléfonos de la empresa resucitaran.

En un documento publicado en 2020, la empresa dijo que tomaría medidas para retirar los servicios heredados de los sistemas operativos BlackBerry 10 y BlackBerry OS y añadió que los dispositivos que funcionaran con ellos dejarían de recibir soporte y podrían no ser capaces de recibir o enviar datos, hacer llamadas telefónicas o enviar mensajes de forma fiable.

Un juez estadounidense rechazó el lunes el intento de la compañía de desestimar una demanda en la que se afirma que defraudó a los accionistas al inflar el éxito y la rentabilidad de los teléfonos inteligentes que utilizan el sistema operativo BlackBerry 10, y dijo que el caso de demanda colectiva podría ir a juicio este otoño.