La empresa japonesa Seibu Holdings Inc. (TSE:9024) está considerando la venta de un edificio de oficinas de alta gama en el centro de Tokio por al menos 2.000 millones de dólares, según personas familiarizadas con el asunto, en lo que sería una de las mayores operaciones inmobiliarias registradas en el país. La posible venta del complejo de oficinas y hotel de 36 plantas Tokyo Garden Terrace Kioicho tiene como objetivo ayudar a Seibu a liberar su balance, algo que las empresas japonesas buscan cada vez más en medio de la presión de accionistas y reguladores para un mejor uso del capital. Una operación de la empresa inmobiliaria y ferroviaria de 111 años de antigüedad también se produciría en un momento en que la demanda mundial de inmuebles comerciales japoneses sigue siendo sólida, dadas las atractivas condiciones, incluidos los bajos costes de los préstamos y los alquileres estables.

Eso contrasta con el mercado a nivel mundial, especialmente en Estados Unidos, donde los precios inmobiliarios han caído bruscamente debido a unos tipos de interés más altos y al aumento de las vacantes. Aunque Japón acaba de experimentar su primera subida de los tipos de interés en 17 años, los analistas afirman que eso no disuadirá a los inversores inmobiliarios, siempre que el ritmo de las nuevas subidas siga siendo gradual. La venta de Tokyo Garden Terrace Kioicho podría alcanzar un valor de al menos 300.000 millones de yenes (2.000 millones de dólares), según dos de las fuentes.

El complejo se puso en marcha en 2016 en un proyecto de desarrollo de 690 millones de dólares en el emplazamiento del antiguo Grand Prince Hotel Akasaka, del que Seibu también era propietaria. Con ese tamaño, la operación se acercaría a la venta por parte del Gobierno de su participación en la torre de oficinas Otemachi Place por valor de 436.000 millones de yenes en 2022, la mayor transacción inmobiliaria de la historia de Japón. Seibu se ha puesto en contacto con unos 10 compradores potenciales, entre ellos promotores inmobiliarios japoneses y fondos de inversión globales como Blackstone Inc. (NYSE:BX) y GIC Private Limited, dijo una de las personas, que declinó ser identificada por tratarse de un asunto privado.

El calendario de la posible venta no está claro. Las conversaciones se encuentran aún en una fase temprana y la empresa podría decidir quedarse con el edificio, dijeron las fuentes. La venta del edificio proporcionaría a Seibu los fondos necesarios para financiar los proyectos de reurbanización de alto rendimiento previstos en el centro de Tokio en los próximos años, incluidos Takanawa y Shinagawa, dijo una de las fuentes.

Seibu ha estado siguiendo una estrategia denominada "de activos ligeros" consistente en tener menos activos en su balance para lograr una mayor eficiencia del capital, un alejamiento del modelo empresarial típico en Japón en el que los promotores conservan las propiedades que han construido. Preguntada por la venta, Seibu dijo en un comunicado que la empresa está en proceso de seleccionar los activos que se liquidarán en el marco de la estrategia. Por el momento no se ha decidido nada, pero la empresa tiene previsto anunciar una decisión en mayo, añadió.

Blackstone y GIC declinaron hacer comentarios.