OXFORD (dpa-AFX) - Una "Gigafactoría" de Tata, una planta de coches eléctricos de Stellantis y ahora dos nuevos modelos eléctricos de Mini: el emplazamiento automovilístico de Gran Bretaña se está colocando en la vía rápida. Con enormes ayudas estatales y estrictas normativas para los fabricantes, el Gobierno del Primer Ministro Rishi Sunak está impulsando la transición a la movilidad eléctrica.

Sobre el papel, el plan funciona. Mientras que Mini había amenazado recientemente con deslocalizar casi toda su producción eléctrica a China, la filial de BMW anunció el lunes que fabricará dos nuevos modelos en Oxford a partir de 2026. Para ello, el grupo muniqués invertirá el equivalente a 700 millones de euros, con lo que también asegurará los 4.000 puestos de trabajo de sus plantas de Oxford y Swindon. "A partir de 2030, el volumen de producción será exclusivamente eléctrico", anunció BMW.

Mini, con sus luces traseras con motivo de la Union Jack, es "un clásico británico", como señaló el Premier Sunak. "Mini siempre ha sido consciente de su historia: Oxford es y sigue siendo el corazón de la marca", dijo la jefa de la marca, Stefanie Wurst. La planta cumple 110 años en 2023.

Pero hay razones económicas que justifican el compromiso con el lugar de origen. Se calcula que el Gobierno británico invertirá 75 millones de libras en la reconversión. La multimillonaria "Gigafactoría" del Grupo Tata, al que pertenece la marca británica Jaguar Land Rover, reclama incluso varios cientos de millones de libras a Londres.

La demanda de e-cars en el Reino Unido es alta. "El cambio de tendencia de los electromóviles es cada vez más visible", comenta la empresa federal alemana de comercio exterior Germany Trade and Invest (GTAI) en un estudio inédito obtenido por la Deutsche Presse-Agentur. Según el estudio, la demanda de vehículos totalmente eléctricos aumentó un 38% en los siete primeros meses de este año, mientras que las matriculaciones de coches diésel cayeron un 17% interanual.

Pero el aumento del número de coches eléctricos en las carreteras británicas no se debe sólo a la creciente demanda. "El Gobierno también está aumentando la presión sobre los fabricantes, principalmente a través de dos medidas", señala GTAI. A partir de 2030, se prohíbe la venta de nuevos coches de combustión y, a partir de 2035, no se podrán ofrecer nuevos vehículos híbridos. Hace poco, el Primer Ministro Sunak confirmó que mantendría el plan, a pesar de las peticiones de relajación de su propio bando conservador.

El riesgo para los fabricantes es aún mayor en el caso de una segunda exigencia prevista. A partir de 2024, deberán alcanzar al menos el 22% de sus ventas con vehículos eléctricos. El incumplimiento de la cuota podría acarrear fuertes multas de unos 17.250 euros por vehículo.

Pero entre las diez marcas más populares del año anterior 2022, ninguna ha alcanzado aún el objetivo, como señala GTAI. "BMW es la que más se acerca, con una cuota del 19,5%, seguida de Hyundai (17,9%) y Mercedes (17,7%)". Estos fabricantes tendrían muchas posibilidades de cumplir el Mandato de Vehículos de Emisiones Cero (ZEV Mandate), dado el rápido crecimiento de la demanda de coches eléctricos y el significativo descenso de las matriculaciones de vehículos de combustión interna. Sin embargo, el mandato aún no se ha decidido, y los expertos esperan que los fabricantes de automóviles presionen para conseguir un plazo más generoso.

No es la única carrera contrarreloj. El endurecimiento de las llamadas normas de origen también pesa sobre la industria. Londres y Bruselas habían acordado que, a partir de 2024, al menos el 45% del valor de los coches eléctricos debe proceder del Reino Unido o de la UE para que los vehículos puedan seguir exportándose libres de impuestos. "Sin gigafábricas propias, los fabricantes británicos sólo podrán exportar sus coches eléctricos libres de impuestos a la UE si se abastecen de las baterías en la Unión", señala el estudio del GTAI. "Esto supondría una desventaja competitiva extrema para la isla".

Esto se debe a que el Reino Unido es, sobre todo, un lugar de producción; alrededor del 80% de los coches producidos se exportan, la mayoría a la UE. Por ello, la asociación alemana de la industria VDA también pide que se amplíen de nuevo las actuales normas de origen./bvi/DP/nas