Evergrande anunció el 22 de marzo planes para la reestructuración de su deuda exterior de 22.700 millones de dólares. Pero desde entonces, las ventas del grupo no han sido las esperadas por la empresa, según ésta.

"Basándose en la situación actual de la empresa y en las consultas con sus asesores y acreedores, la empresa considera necesario reevaluar los términos de la reestructuración propuesta para satisfacer la situación objetiva de la empresa y la demanda de los acreedores", dijo en un comunicado.

Evergrande necesita la aprobación de más del 75% de los tenedores de cada clase de deuda para aprobar el plan, que ofrece a los acreedores una cesta de opciones para canjear la deuda por nuevos bonos e instrumentos vinculados a acciones respaldados por sus acciones y las de sus unidades cotizadas en Hong Kong.

Con más de 300.000 millones de dólares de pasivo total, incluida la deuda extraterritorial, Evergrande ha estado en el centro de una crisis de la deuda inmobiliaria, en la que múltiples promotores chinos incumplieron sus pagos el año pasado, obligando a muchos a entrar en conversaciones de reestructuración de la deuda.

Por otra parte, el domingo la policía del sur de China detuvo a parte del personal de la unidad de gestión de patrimonio de Evergrande, lo que sugiere una nueva investigación que podría agravar los problemas del gigante inmobiliario.