Polonia es uno de los mayores productores de carbón de Europa y depende de este combustible para alrededor del 70% de su producción de electricidad, pero bajo la presión de la Unión Europea, ha fomentado más inversiones en fuentes de bajas emisiones.

A finales de mayo de 2021, el Ministerio de Activos del Estado dijo que se haría cargo de los activos de carbón de sus empresas de servicios públicos, entre ellas PGE Polska Grupa Energetyczna, Enea y Tauron Polska Energia en el segundo o tercer trimestre de 2022, para luego transferirlos a una nueva empresa estatal.

Según el acuerdo condicional anunciado el miércoles, Energa, PGNiG, PGE y Enea venderán cada una de sus acciones en PGG al Estado por un zloty.

"Este es uno de los pasos que conducen a la separación de los activos del carbón de las empresas energéticas y a la realización de las condiciones establecidas en el contrato social sobre la minería del carbón", declaró a Reuters el portavoz del Ministerio de Bienes del Estado, Karol Manys.

El acuerdo social pretende garantizar la seguridad energética del país y proteger a los trabajadores de las minas a medida que Varsovia va eliminando gradualmente el carbón.

El analista de Ipopema Securities, Robert Maj, calificó la noticia del miércoles de positiva, aunque dijo que "el proceso parece avanzar de forma lenta pero segura".

Tras señalar que PGG "nunca ha sido capaz de generar flujos de caja positivos en su historia", dijo que "por otro lado, las negociaciones en curso sobre el precio del carbón con el sector energético en sus contratos a largo plazo pueden ganar ahora una nueva dinámica con un nuevo propietario".