El derrumbe ocurrido en Gwangju (Corea del Sur) el 11 de enero fue el segundo incidente grave en un año para HDC, una de las 10 principales promotoras de viviendas de Corea del Sur. Nueve personas murieron y ocho resultaron heridas al derrumbarse en junio del año pasado, también en Gwangju, un edificio de cinco plantas que estaba siendo demolido bajo la responsabilidad de HDC.

Chung Mong-gyu, que también es presidente de la empresa matriz HDC Holdings Co Ltd y miembro de la gran familia que controla el grupo de empresas Hyundai, declaró que dimite del cargo de presidente de la constructora "con un profundo sentido de la responsabilidad por los dos incidentes de Gwangju".

"Si hay algún problema a partir del diagnóstico de seguridad realizado con expertos externos y el gobierno, se puede considerar la rescisión del contrato con los compradores de apartamentos, la demolición completa y la reconstrucción", declaró en una rueda de prensa televisada.

La dimisión de Chung se produce antes de que entre en vigor a finales de este mes una nueva ley surcoreana conocida como Ley de Castigo de Accidentes Graves.

La ley impone castigos penales de uno o más años de cárcel o multas de hasta 1.000 millones de wones (838.434 dólares) por accidentes industriales graves a los propietarios de las empresas y a los directivos responsables si incumplen el deber de adoptar las medidas de seguridad estipuladas en la ley, como la mano de obra y el presupuesto necesarios para prevenir accidentes industriales.

Ni el HDC ni Chung han sido acusados de haber obrado mal.

"No me planteo eludir responsabilidades dimitiendo. Cumpliré con mis responsabilidades como accionista mayoritario", declaró Chung.

Las acciones de HDC subieron un 2,7% tras el anuncio de dimisión, frente a la caída del 1,1% del mercado en general.

(1 dólar = 1.192,7000 won)