Por primera vez, Italia participará "en pie de igualdad" (33%) en un programa de esta magnitud, subraya una nota del ministerio italiano, recordando que en el Eurofighter, el único programa comparable, el porcentaje italiano es del 22%, muy inferior al británico.

El acuerdo, anticipado por Reuters este mes, se produce un año después de que los tres países establecieran su primera gran colaboración en materia de defensa, combinando los esfuerzos de Londres y Tokio por separado.

Los parlamentos de cada país deben ratificar el acuerdo, cuyo objetivo es que el avión de combate esté volando en 2035. La fase de desarrollo conjunto del programa comenzará en 2025.

Tanto la sede gubernamental del Programa Aéreo de Combate Global (Gcap) como su homólogo industrial tendrán su base en el Reino Unido.

"El acuerdo sobre el Gcap, formalizado con la firma de hoy, tiene como prerrequisito (por primera vez en una cooperación industrial internacional en el ámbito de la defensa) un retorno equitativo para las tres naciones en términos de conocimiento tecnológico, producción y empleo", reza el comunicado italiano. "Meses de negociaciones han permitido alcanzar un equilibrio equilibrado; incluso la elección de la sede en el Reino Unido (por razones objetivas de simplificación de la gestión con respecto a Italia y Japón) equilibra la asignación a las otras naciones de los puestos directivos en la gobernanza del programa."

Según el anuncio, el primer director general de la organización gubernamental procederá de Japón, mientras que el primer dirigente empresarial vendrá de Italia.

"Ninguna nación puede hacerlo sola a este nivel de experiencia combinada con nuestras capacidades y equipos, con nuestras habilidades de diseño y línea de producción", dijo el ministro de Defensa del Reino Unido, Grant Shapps.

"A medida que nos enfrentamos al entorno de seguridad más complejo desde la Segunda Guerra Mundial (...) garantizar la superioridad aérea sigue siendo un reto crucial que debemos superar", añadió el ministro de Defensa japonés, Minoru Kihara, al que se unieron Shapps y el ministro italiano Guido Crosetto en Tokio.

Kihara no mencionó quién dirigirá la empresa, pero dijo que se aseguraría de que "se selecciona a la mejor persona para el trabajo".

El avión supersónico furtivo estará equipado con un radar capaz de proporcionar 10.000 veces más datos que los sistemas actuales, según el gobierno británico.

La empresa británica BAE Systems, la italiana Leonardo, el fabricante europeo de misiles Mbda y el fabricante de motores Rolls-Royce participan en el proyecto.

Reuters escribió que empresas japonesas como Mitsubishi Heavy Industries, Mitsubishi Electric Corp e IHI Corp también están implicadas, además de Avio Aero.

(Traducido por Enrico Sciacovelli, edición Claudia Cristoferi, Sabina Suzzi)