El consejero delegado de Lloyds, Charlie Nunn, afirmó el miércoles que el banco no se precipitará en la venta de los periódicos Telegraph, después de la sorprendente medida adoptada por el prestamista el mes pasado para hacerse con el control de las publicaciones políticamente influyentes.

Lloyds se hizo con el control de la empresa matriz del Daily and Sunday Telegraph y de la revista política The Spectator tras una larga disputa con sus antiguos propietarios, la familia Barclay, por las deudas garantizadas contra los negocios. Las deudas ascienden a más de 1.000 millones de libras, según los medios de comunicación.

El banco ha nombrado síndicos a Alix Partners para que preparen los negocios para su venta, un proceso que se espera que se enfrente a un estrecho escrutinio regulador y de la competencia ante la perspectiva de unas elecciones en Gran Bretaña el año que viene.

"La buena noticia desde nuestra perspectiva es que el Telegraph y el Spectator son negocios con buenos resultados, no hay necesidad de tener un proceso de venta apresurado", dijo Nunn a los periodistas después de que el banco informara de los resultados semestrales.

Nunn dijo que los títulos estaban siendo gestionados independientemente de Lloyds y que el prestamista no estaba involucrado en la toma de decisiones sobre el proceso de venta, añadiendo que no le preocupaba si la venta no se producía antes de unas elecciones.

Algunos altos cargos conservadores han advertido públicamente a Lloyds de que lleve a cabo una venta rápida y transparente, según ha informado el Telegraph.

"Mi expectativa, por si sirve de algo, es que habrá mucho interés en el Telegraph y que es un proceso que se desarrollará con relativa rapidez, pero no tengo ninguna preocupación, porque no tengo ninguna supervisión", dijo Nunn.

"Eso es absolutamente correcto dado mi papel y, obviamente, el importante papel que desempeña el Telegraph en la sociedad británica".

Telegraph Media Group anunció el martes un aumento de las suscripciones y de los beneficios en 2022 y dijo que estaba en camino de alcanzar su objetivo de un millón de suscriptores a finales de año, impulsado por la adquisición de Chelsea Magazine Company en marzo.

Nunn dijo que las deudas de la empresa matriz llevaban más de 10 años en vías de saneamiento, antes de su llegada al banco, y que había creído que era el "momento adecuado" para tomar medidas e intentar recuperar valor para los accionistas.

Alix Partners y Telegraph Media Group declinaron hacer comentarios. (Reportaje de Iain Withers; Edición de Jan Harvey)