El banco de referencia también elevó las previsiones de sus resultados, en una señal de confianza a pesar de la amenaza inminente de una inflación galopante y de un empeoramiento de las perspectivas económicas alimentado por la onda expansiva de la guerra en Ucrania.

Los beneficios antes de impuestos de Lloyds, de 1.600 millones de libras (2.010 millones de dólares), cayeron desde los 1.900 millones de un año antes, pero estuvieron por encima de una previsión de 1.400 millones de libras de los analistas recopilada por el banco.

Las perspectivas de los bancos se vieron favorecidas el año pasado por la recuperación del país tras el cierre de la pandemia del COVID-19 y por la subida de los tipos de interés por parte del Banco de Inglaterra desde sus mínimos históricos.

Los economistas pronostican que la crisis del coste de la vida en Gran Bretaña dificultará gravemente el crecimiento, aunque esperan que el banco central suba, no obstante, los tipos por cuarta vez consecutiva la próxima semana.

"Somos muy conscientes del impacto potencial de una mayor inflación en algunos de nuestros clientes", dijo el director financiero William Chalmers a los periodistas, y añadió que el banco estaba contactando de forma proactiva con aquellos que pudieran tener dificultades financieras.

Más de 1,2 millones de clientes del banco han cancelado sus servicios de suscripción desde el verano pasado, añadió Chalmers, mientras que se estaba gastando más dinero en facturas de energía y alimentos.

Chalmers advirtió que las pérdidas de valor por préstamos incobrables probablemente aumentarían este año desde una base baja, ya que el banco asumió un cargo de 177 millones de libras en el trimestre, debido en parte a la desaceleración prevista.

Las acciones de Lloyds subieron hasta un 3%.

GOLPE DE CAPITAL

Lloyds dijo que su rendimiento subyacente significaba que podía aumentar su previsión de rendimiento sobre el capital tangible y el margen de interés neto, medidas clave de la rentabilidad.

Lloyds espera ahora que el margen de interés bancario sea de 270 puntos básicos este año, frente a los 260 puntos básicos, y que la rentabilidad sea superior al 11%, frente al objetivo del 10% esbozado en febrero.

Los resultados del prestamista siguen a los de su rival HSBC, que se vio obligado a archivar los planes de nuevas recompras de acciones en sus resultados del martes.

Al igual que HSBC, el coeficiente de capital básico de Lloyds -una medida de solidez financiera- cayó de forma significativa.

El colchón de Lloyds cayó al 14,2% desde el 16,3% de 2021, lo que el banco achacó a los cambios regulatorios, entre los que se incluyen un aumento en la forma en que los bancos calculan los activos ponderados por riesgo y unas deducciones más duras en el valor de los activos de software intangibles.

Chalmers restó importancia al posible impacto del golpe de capital en los futuros pagos a los inversores, añadiendo que, aparte de las medidas puntuales, el capital aumentó 50 puntos básicos en el trimestre.

El nuevo consejero delegado del banco, Charlie Nunn, desveló en febrero una estrategia renovada para el prestamista, dirigida a digitalizar el banco e impulsar los ingresos por comisiones en áreas como la gestión de patrimonios.

El ex ejecutivo de HSBC inició el mes pasado una reorganización del equipo directivo y de la estructura interna de Lloyds y ha recortado aún más la red de sucursales del banco para frenar los costes.

(1 dólar = 0,7945 libras)