El Partido Pheu Thai de Tailandia intentará formar gobierno el martes tras semanas de estancamiento postelectoral. El magnate inmobiliario Srettha Thavisin será nombrado primer ministro y se enfrentará a una votación en el parlamento.

¿QUIÉN ES SRETTHA?

Srettha, de 60 años, es un outsider y neófito político poco conocido más allá de Tailandia. Se afilió al populista Pheu Thai en 2022 y hasta las elecciones del 14 de mayo fue presidente del promotor inmobiliario Sansiri. No es miembro del parlamento.

Srettha, de 1,92 m de estatura, es licenciado en finanzas por la Claremont Graduate School de Estados Unidos y trabajó en el pasado para Procter & Gamble en Tailandia.

Aunque no tiene experiencia en el gobierno, su ascenso político ha sido muy bien acogido por las empresas y no está manchado por las amargas luchas de poder que han perseguido a la política tailandesa durante casi dos décadas.

¿POR QUÉ SE LE PROPONE COMO CANDIDATO A PM?

Pheu Thai quedó en un cercano segundo lugar en las elecciones, pero su pacto con el ganador, el progresista Move Forward, fracasó después de que el candidato a primer ministro de ese partido, Pita Limjaroenrat, no consiguiera el apoyo de los legisladores aliados con los militares monárquicos. Pheu Thai lidera ahora los esfuerzos para formar gobierno.

La multimillonaria familia Shinawatra que fundó Pheu Thai tiene una larga y amarga historia con los militares, que derrocaron a los gobiernos de Thaksin Shinawatra y su hermana, Yingluck Shinawatra, en 2006 y 2014 respectivamente.

La hija menor de Thaksin, Paetongtarn, era otra posible candidata a primera ministra. Pero para los rivales de Pheu Thai, la recién llegada Srettha podría ser un compromiso más apetecible que tener a otro Shinawatra al timón.

¿TIENE SRETTHA EL RESPALDO DEL PARLAMENTO?

Catorce partidos han prometido su apoyo a Srettha y a Pheu Thai en la cámara baja, pero el mayor escollo será el Senado de la cámara alta, cuyos 249 miembros fueron nombrados por los generales que derrocaron al último gobierno de Pheu Thai.

Los militares crearon las normas según las cuales se elige a un primer ministro, y el Senado protege esencialmente los intereses del establishment sirviendo de baluarte contra los políticos progresistas elegidos.

Los miembros del Senado, en su mayoría conservadores, contribuyeron decisivamente a garantizar el fracaso de Pita, de Move Forward, y no está claro cuántos verán a Srettha y a Pheu Thai como una opción mejor.

Srettha necesita 375 votos, o más de la mitad de las cámaras baja y alta combinadas. La alianza de Pheu Thai cuenta con 11 partidos con 314 escaños combinados y tres legisladores más de la cámara baja que la respaldan, por lo que necesita los votos de 58 senadores.

¿QUÉ ES DIFERENTE ESTA VEZ?

Los partidos Nación Unida Tailandesa y Palang Pracharat, apoyados por los militares y que fueron decisivos para frustrar el movimiento Adelante, se han unido a la alianza que respalda a Srettha.

Pero persiste el escepticismo sobre la firmeza de ese apoyo, dados los esfuerzos del ejército durante años para socavar a Pheu Thai. Contar con tal respaldo de sus enemigos indica que puede haberse alcanzado entre bastidores algún tipo de acuerdo de reparto del poder, antaño impensable.

Eso aumentaría las posibilidades de Srettha de conseguir el respaldo de los senadores aliados del ejército.

Sin embargo, dada la tensa historia, habrá dudas sobre la eficacia de una coalición así, sobre cuánto podría durar un gobierno dirigido por Pheu Thai y sobre si los militares y sus aliados en instituciones clave podrían intentar expulsar a Pheu Thai más adelante.

Un sondeo de opinión publicado el fin de semana mostró que muchos tailandeses no estaban contentos con la idea de un pacto Pheu Thai-militares.

¿QUÉ PAPEL ESTÁ DESEMPEÑANDO THAKSIN SHINAWATRA?

Oficialmente, ninguno, pero como mascarón de proa autoexiliado del gigante político Pheu Thai, es casi seguro que Thaksin habría participado en cualquier acuerdo alcanzado entre bandos rivales.

Thaksin, de 74 años, es un fugitivo en Tailandia y tiene previsto regresar el martes, el mismo día de la votación, tras 17 años en el extranjero esquivando condenas de cárcel dictadas en rebeldía por abuso de poder y otros cargos.

El cambio de opinión sugiere que Thaksin confía en que la votación se decantará a favor de Pheu Thai y que cualquier acuerdo que alcance con sus viejos enemigos se mantendrá -incluso sobre su encarcelamiento- a pesar de la historia de desconfianza y traición. Sin embargo, algunos tailandeses se muestran escépticos sobre el prometido regreso de Thaksin y lo consideran un teatro político. (Edición de Robert Birsel)