Sapporo Holdings, la cervecera japonesa presionada por los inversores activistas para que venda sus participaciones inmobiliarias, quiere anunciar la reorganización de su cartera de negocios "lo antes posible", según ha declarado el presidente de la compañía.

3D Investment Partners, con sede en Singapur, ha aumentado varias veces su participación en Sapporo en los últimos meses hasta convertirse en el mayor accionista individual con una participación del 16%. El fondo ha criticado a Sapporo por centrarse demasiado en su negocio inmobiliario.

Masaki Oga, que ha dirigido Sapporo desde 2017, declinó especificar el calendario o los detalles de la transformación, pero se mostró de acuerdo con las quejas planteadas por 3D y otros en el sentido de que la empresa necesitaba volver a centrarse en la cerveza y mejorar el valor corporativo.

"Anunciar algo a medias no sería muy bueno para las partes externas, y tampoco dentro de la empresa", dijo Oga, de 65 años, en una entrevista el lunes. "Si hay una determinada pieza que se ha decidido claramente, entonces por supuesto que podemos anunciar esa parte en solitario".

La semana pasada, junto a los resultados de todo el año, Sapporo esbozó un plan de crecimiento en el que reconocía que su actual combinación de negocios ha provocado "dispersión de recursos y problemas de competencia intragrupo".

Ante la improbabilidad de que su negocio nacional de cerveza crezca de forma significativa debido al descenso de la población japonesa, la empresa planea considerar activamente fusiones y adquisiciones en el extranjero.

Norteamérica y Asia son los más atractivos debido a su tamaño y a la familiaridad de la empresa con los mercados, dijo Oga, añadiendo que el objetivo principal sería expandir su marca insignia Sapporo, conocida en el extranjero por su lata alta y plateada.

La empresa tiene un historial variado en la gestión de otras marcas. Compró Anchor Brewing de San Francisco por 85 millones de dólares en 2017, sólo para cerrar la empresa de 127 años de antigüedad el año pasado.

"Anchor era una empresa que estaba realmente luchando, pero en cierto modo, había esta ingenua expectativa de que si trabajábamos juntos, podríamos mejorar un poco las cosas", dijo Oga. "Pero una empresa tiene que ser capaz de generar beneficios". (Reportaje de Rocky Swift; Edición de Kirsten Donovan)