BRUSELAS (dpa-AFX) - La UE introduce este viernes aranceles punitivos provisionales a la importación de coches eléctricos procedentes de China. Así consta en el Diario Oficial de la UE. Las sanciones afectarán, entre otros, a la empresa BYD, que actualmente patrocina a gran escala el Campeonato Europeo de Fútbol.

Los derechos provisionales son el resultado de una investigación de la Comisión de la UE. Ésta reveló que toda la cadena de valor de los coches eléctricos en China está fuertemente subvencionada y que las importaciones de coches eléctricos chinos suponen una amenaza claramente previsible e inminente de perjuicio para la industria en la UE. Según la Comisión, los coches eléctricos chinos son normalmente alrededor de un 20% más baratos que los modelos fabricados en la UE.

En concreto, el fabricante BYD se enfrenta a un arancel punitivo provisional del 17,4%, Geely del 19,9% y SAIC del 37,6%. Geely produce los modelos eléctricos Smart nº 1 y nº 3 y el Volvo EX30, entre otros. SAIC fabrica el MG4, muy popular en Alemania y que ocupó el segundo lugar entre los coches eléctricos justo por detrás del VW ID.3 en las estadísticas de matriculaciones de Flensburg en mayo. Para los demás fabricantes está previsto un 20,8%, y las empresas que no cooperaran con la investigación estarían sujetas a un derecho de penalización del 37,6%.

La introducción definitiva de los aranceles punitivos tendrá lugar dentro de cuatro meses, a menos que China haga concesiones sorprendentes. Hasta entonces, los aranceles no tienen que pagarse, sólo hay que constituir depósitos de seguridad.

Preocupación por las contramedidas

El planteamiento de la Comisión Europea preocupa en Alemania, ya que se temen medidas de represalia que podrían afectar sobre todo a los fabricantes alemanes de automóviles. China es el mayor mercado automovilístico del mundo y, según la Asociación Alemana de la Industria del Automóvil (VDA), será el tercer mercado de exportación de automóviles de Alemania en 2023, después de EE.UU. y el Reino Unido. Sin embargo, las empresas alemanas no sólo podrían verse afectadas por las contramedidas, sino también por las propias medidas de la UE, ya que algunas de ellas producen en China para la exportación.

Con vistas a posibles medidas de represalia por parte de China, la Asociación Alemana de la Industria del Automóvil (VDA) advirtió recientemente de que si China introdujera aranceles a la importación de vehículos con una cilindrada superior a los 2,5 litros, esto golpearía duramente a la industria. En 2023, alrededor de un tercio de los vehículos exportados de Alemania a China entrarían en esta categoría de tamaño.

Por ello, el ministro federal de Economía, Robert Habeck (Verdes), reclama también una solución política antes de noviembre. Recientemente subrayó que Alemania no tiene ningún interés en "una carrera por los derechos de aduana que fragmente los mercados". Como país exportador, a China tampoco le interesa. En cambio, el presidente francés, Emmanuel Macron, se ha pronunciado en el pasado a favor de medidas punitivas contra los coches eléctricos chinos.

Continúan las negociaciones entre Bruselas y Pekín

Recientemente se han celebrado conversaciones entre el ministro chino de Comercio, Wang Wentao, y el comisario europeo de Comercio, Valdis Dombrovskis, entre otros. Sin embargo, está completamente abierto si conducirán a una solución del conflicto comercial. La Comisión de la UE ha insistido repetidamente en que el resultado de una negociación debe eliminar la influencia de las subvenciones perjudiciales. Las conversaciones entre Bruselas y Pekín continuarán en las próximas semanas.

Si la autoridad dirigida por Ursula von der Leyen llega a la conclusión de que China no avanza lo suficiente, puede presentar una propuesta para la introducción de aranceles punitivos definitivos en los próximos cuatro meses. Los Estados miembros de la UE sólo podrían detener los aranceles propuestos si una denominada mayoría cualificada vota en contra de la propuesta.

Por regla general, una mayoría cualificada significa que al menos 15 estados de la UE, que juntos sumen al menos el 65% de la población total de la Unión, deben votar a favor. Si no hay mayoría cualificada a favor o en contra de la propuesta, la Comisión puede adoptarla o presentar una nueva versión modificada./aha/DP/jha