Se espera que la inflación en la zona euro siga cayendo, pero el Banco Central Europeo necesita más datos antes de empezar a recortar los tipos de interés, declaró el miércoles el vicepresidente del BCE, Luis de Guindos.

El BCE ha mantenido los tipos en un nivel récord desde septiembre y se opone sistemáticamente a las conversaciones sobre un recorte de los tipos, argumentando que el crecimiento de los salarios es aún demasiado rápido para que dé la señal de alarma y comience a relajar la política restrictiva.

"El proceso de desinflación continuará (...) una vez que nuestras proyecciones indiquen que los datos que recibimos, tanto sobre la inflación general como sobre la subyacente, muestran que nos estamos acercando al 2%, entonces cambiará la dirección de la política monetaria", declaró De Guindos a la cadena de televisión española Antena 3.

El BCE se reunirá de nuevo el 7 de marzo, fecha en la que también se presentarán las nuevas proyecciones económicas, consideradas como un probable desencadenante de al menos un debate sobre recortes de tipos en los próximos meses.

"Si los datos confirman lo que decía antes, entonces el Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo modificará el nivel de los tipos de interés", dijo De Guindos.

De Guindos advirtió contra la presión de un aumento de los salarios, aunque la evolución de la productividad seguía siendo contenida en Europa, lo que provocaba un aumento de los costes de las empresas. Sin embargo, parte de estos costes estaban siendo absorbidos por sus beneficios, afirmó.

El BCE sostiene desde hace tiempo que las cifras cruciales sobre los acuerdos salariales de 2024 no saldrán hasta mayo, por lo que la reunión de junio será la primera ocasión en la que los responsables políticos tendrán pruebas de si el rápido crecimiento salarial se está ralentizando.

Los inversores también están recapacitando sobre este mensaje. Apostaban por recortes de tipos de 150 puntos básicos en 2024 hace sólo unas semanas, pero las expectativas han retrocedido y ahora se sitúan en sólo 88 puntos básicos, con el primer movimiento previsto para junio, un giro inusualmente grande en las expectativas del mercado. (Reportaje de Jesús Aguado; información adicional de Emma Pinedo; edición de Andrei Khalip y David Evans)