Los datos, que sólo mostraron la menor caída de la inflación subyacente, probablemente no influyeron en el Banco Central Europeo, que ha previsto una novena subida consecutiva de los tipos de interés para el mes de julio y tiene en mente una también en septiembre.

La inflación en los 20 países que comparten el euro cayó al 5,5% este mes desde el 6,1% de mayo, un descenso ligeramente mayor de lo previsto por los economistas, siendo Alemania el único país que registró un aumento, según mostró la estimación preliminar de Eurostat.

La inflación "subyacente", que excluye la energía y los alimentos y que los responsables políticos del BCE consideran un mejor indicador de la tendencia subyacente, sólo bajó un poco, hasta el 6,8% desde el 6,9%, lejos del descenso sostenido que desea el banco central.

Los servicios fueron la única categoría en la que se aceleró el crecimiento de los precios, hasta el 5,4% desde el 5,0%, lo que demuestra la continua resistencia de los consumidores a unos costes de endeudamiento más elevados.

El BCE elevó este mes los tipos de interés a su nivel más alto en 22 años, ya que predijo que la inflación se mantendría por encima de su objetivo del 2% hasta finales de 2025.

La mayoría de los responsables políticos ven probable una nueva subida en septiembre, pero están siendo criticados por los gobiernos de Italia y Portugal.