Dijo que Fitch no esperaba una recesión en toda regla en ninguna de las principales economías de la región, Polonia, Rumanía, Hungría, la República Checa y Bulgaria, lo que significa que la desaceleración no sería "devastadora" para Europa central.

"Nuestro pensamiento sobre estos sectores bancarios es que hay una desaceleración económica, hay presiones sobre los sectores bancarios, pero no lo vemos como un riesgo importante para los perfiles crediticios de los bancos", dijo Szeski.

"El mayor riesgo proviene de las intervenciones y de que se materialicen las cuestiones legales heredadas, pero los negocios principales van bastante bien y seguirán haciéndolo en 2023 y 2024".

Afirmó que, en general, Fitch espera que mejore la rentabilidad del sector bancario en la región, mientras que las estructuras de financiación de los prestamistas son "bastante sólidas", ya que se basan principalmente en los depósitos de los clientes.

"Hay mucha liquidez sobrante en estos sectores bancarios en general, lo que significa que los bancos no están buscando activamente precios para mantener sus depósitos porque siguen teniendo posiciones de financiación muy cómodas", afirmó.

Los menores niveles de penetración del crédito tanto en el sector minorista como en el empresarial, en comparación con la zona euro, respaldarían el crecimiento de los préstamos una vez que la demanda comience a recuperarse, añadió Szeski.

Afirmó que la calidad de los activos de los bancos se había mantenido "significativamente mejor" de lo que Fitch esperaba a finales del año pasado, con unos balances reforzados por unas normas de suscripción más estrictas y la limpieza de las carteras heredadas y los préstamos en dificultades.