Los rendimientos de la zona euro se mantuvieron estables el lunes, estabilizándose tras las grandes oscilaciones de precios de la semana pasada, ya que los inversores se mantuvieron a la espera de los datos de inflación de EE.UU. del martes y de las decisiones políticas de muchos de los principales bancos centrales a finales de semana.

Los costes del endeudamiento a ambos lados del Atlántico subieron el viernes después de que una sólida lectura del mercado laboral estadounidense llevara a los mercados monetarios a rebajar modestamente las expectativas de recortes de tipos en 2024.

A pesar de ello, el rendimiento del bono de referencia a 10 años cerró el viernes registrando su mayor caída en dos semanas desde mediados de marzo, ya que los operadores se mantuvieron mayoritariamente fieles a sus apuestas de que el Banco Central Europeo recortará los tipos a principios del próximo año.

Salvo la caída de mediados de marzo -cuando el rendimiento de los bonos se desplomó por el colapso del Silicon Valley Bank (SVB)-, el rendimiento del Bund se dirigió en un momento dado el viernes a su mayor caída quincenal desde finales de julio de 2011. A última hora de la tarde del lunes, se mantenía plano en el 2,26%, tras haber subido 7,5 puntos básicos el viernes.

Los mercados monetarios están valorando en 135 puntos básicos los recortes de tipos del BCE en 2024, por debajo de los 145 puntos básicos del jueves. A finales de noviembre preveían recortes por valor de 80 puntos básicos.

Los analistas han adelantado sus expectativas de futuros recortes tras los débiles datos de inflación y el agresivo cambio en la valoración de los tipos por parte del mercado, pero esperan que los bancos centrales mantengan sin cambios la política monetaria esta semana.

Goldman Sachs pronosticó que la Reserva Federal recortaría los tipos por primera vez en el tercer trimestre de 2024, y espera que el BCE recorte 25 puntos básicos en cada reunión a partir de abril del año que viene.

PERSPECTIVAS INCIERTAS

Los analistas de Citi esperan que los responsables políticos del BCE se opongan a la reciente reevaluación de las perspectivas de tipos por parte del mercado "para que sean bastante suaves" en la reunión de política de esta semana, y que "un debate/decisión sobre el endurecimiento cuantitativo (QT)" amplíe el diferencial entre los rendimientos de los bonos italianos a 10 años y el tipo a corto plazo del euro entre 5 y 15 puntos básicos, al tiempo que se muestran "relativamente neutrales" respecto a los bonos.

La presidenta del BCE, Christine Lagarde, dijo a finales del mes pasado que el banco central podría discutir un final anticipado de las reinversiones de su Programa de Compras de Emergencia Pandémica (PEPP) de 1,7 billones de euros, lo que reduciría el exceso de liquidez.

"Seguimos siendo escépticos en cuanto a que el BCE vaya a aplicar recortes de tipos tan pronto como espera el mercado, ya que las perspectivas de la inflación subyacente siguen siendo inciertas", declaró Konstantin Veit, gestor de carteras de PIMCO.

Veit añadió que los responsables políticos del BCE podrían empezar a discutir los cambios en las reinversiones del PEPP en la reunión de diciembre, pero los detalles reales podrían no filtrarse hasta el primer trimestre de 2024.

Al igual que el BCE, el Banco de Inglaterra parece dispuesto a mantener los tipos sin cambios y a mantener su línea dura contra las conversaciones sobre recortes de los tipos de interés en Gran Bretaña la próxima semana, incluso cuando otros bancos centrales importantes señalan que podrían estar acercándose a un punto de inflexión en su lucha contra la inflación.

La Fed se reunirá el miércoles, mientras que el BCE y el BoE lo harán el jueves.

Los rendimientos italianos a 10 años, la referencia de la periferia de la zona euro, subieron 0,8 puntos básicos hasta el 4,063%. El diferencial entre los rendimientos a 10 años de Italia y Alemania -un indicador de la prima de riesgo que piden los inversores por mantener los bonos de los países más endeudados- se situó en 178 puntos básicos tras caer a 170 puntos básicos.

Los mercados estarán atentos a la reunión de política monetaria del Banco de Japón de la próxima semana. El yen se disparó a finales de la semana pasada al sopesar los inversores las posibilidades de que el Banco de Japón abandone su política de tipos de interés negativos ya en enero.

Los analistas han advertido de que una fuerte subida de los rendimientos internos podría hacer que el dinero volviera a Japón y saliera de los activos mundiales, incluidos los bonos soberanos de la zona euro y de Estados Unidos. (Reportaje de Stefano Rebaudo; Edición de Alex Richardson y Alison Williams) ;))