WASHINGTON, 31 ago (Reuters) -El gasto de los consumidores se aceleró a su ritmo más rápido en seis meses en julio, ya que los estadounidenses compraron más bienes y servicios, pero la desaceleración de la inflación mensual reforzó las expectativas de que la Reserva Federal mantendrá sin cambios las tasas de interés el próximo mes.

El informe del Departamento de Comercio del jueves sugirió que la economía cobró impulso a principios del tercer trimestre. El gasto del consumidor está siendo respaldado por un mercado laboral tenso, mientras que las solicitudes iniciales de beneficios por desempleo cayeron de forma inesperada la semana pasada.

"La demanda está en llamas y la inflación se está enfriando", dijo Christopher Rupkey, economista jefe de FWDBONDS en Nueva York. "Por cuánto tiempo la inflación puede seguir bajando con un gasto de consumo tan fuerte es una pregunta abierta".

El gasto de los consumidores, que representa más de dos tercios de la actividad económica del país, creció un 0,8% el mes pasado, informó el jueves el Departamento de Comercio. Los datos de junio se revisaron al alza para mostrar un incremento del gasto del 0,6%, en vez del 0,5% anunciado previamente. Economistas habían previsto un aumento del 0,7%.

Ajustado por inflación, el gasto del consumidor aumentó un 0,6%, también la mayor alza desde enero. El llamado gasto real de los consumidores avanzó un 0,4% en junio. El sólido aumento del mes pasado puso el gasto en una senda de mayor crecimiento al comienzo del tercer trimestre. Sin embargo, la disminución del ahorro y la moderación de las alzas salariales podrían desacelerar el gasto en los próximos meses.

El gasto en bienes avanzó un 0,7%, reflejando sobre todo productos con una vida útil corta, incluidos farmacéuticos, artículos recreativos, comestibles y ropa. También hubo aumentos en los desembolsos en bienes recreativos y vehículos, así como en muebles y equipos para el hogar y otros bienes duraderos.

El gasto en servicios sumó un 0,8%, impulsado por la gestión de carteras y los servicios de asesoramiento en inversiones, vivienda y servicios públicos, restaurantes y atención sanitaria.

El Gobierno informó el miércoles que la economía creció a una tasa anualizada del 2,1% en el segundo trimestre, con el gasto de los consumidores compensando con creces las presiones del comercio, la reducción de inventarios y la persistente debilidad del mercado inmobiliario.

Desde marzo de 2022, la Fed ha subido su tasa oficial en 525 puntos básicos, hasta el 5,25%-5,50% actual. Los mercados financieros esperan que el banco central mantenga sin cambios el costo del crédito en su reunión de política monetaria del 19-20 de septiembre, según la herramienta FedWatch de CME Group.

MERCADO LABORAL TENSO

La inflación, medida por el índice de gastos de consumo personal (PCE) avanzó un 0,2% el mes pasado, igualando la subida de junio. En los 12 meses hasta julio, el índice de precios PCE aumentó un 3,3% tras incrementarse un 3,0% en junio.

Si se excluyen los volátiles componentes de alimentos y energía, el índice de precios PCE mejoró un 0,2%, tras aumentar por el mismo margen el mes previo. El denominado índice de precios PCE subyacente avanzó un 4,2% interanual en julio, tras ganar un 4,1% en junio.

Las tasas de inflación interanual del PCE se vieron impulsadas por una menor base de comparación el año pasado. La Fed hace un seguimiento de los índices de precios PCE para alcanzar su objetivo de inflación del 2%.

La ralentización de la inflación está alimentando el optimismo de que el banco central probablemente haya terminado de subir las tasas y podría diseñar un denominado "aterrizaje suave". La mayoría de los economistas han reducido sus previsiones de recesión para este año.

Aunque el mercado laboral se está enfriando y en julio las ofertas de empleo cayeron a su nivel más bajo en casi dos años y medio, la situación sigue siendo tensa. Los empleadores están reteniendo en su mayoría a los trabajadores tras las dificultades de contratación durante la pandemia del COVID-19.

Las solicitudes iniciales de prestaciones estatales por desempleo cayeron en 4.000, a un nivel desestacionalizado de 228.000, en la semana finalizada el 26 de agosto, informó el jueves el Departamento de Trabajo en un reporte separado. Los economistas esperaban 235.000 solicitudes para la última semana.

El número de personas que reciben prestaciones tras una primera semana de ayuda, un indicador aproximado de la contratación, aumentó en 28.000, hasta 1,725 millones, durante la semana que finalizó el 19 de agosto.

Los datos sobre solicitudes de subsidio no influyen en el informe de empleo de agosto, cuya publicación está prevista para el viernes.

Según una encuesta realizada por Reuters entre economistas, las nóminas no agrícolas probablemente aumentaron en 170.000 puestos de trabajo en agosto, tras haber crecido en 187.000 en julio. Se prevé que la tasa de desempleo se mantenga en el 3,5%, el nivel más bajo en más de 50 años.

(Editado en español por Manuel Farías)