El dólar australiano cotizaba prácticamente plano a 0,6418 dólares, tras caer un 0,3% durante la noche a 0,6404 dólares. Lleva dos semanas cotizando lateralmente entre 64 y 65 céntimos, demostrando cierta resistencia al mantenerse por encima de su mínimo de 2023 de 0,6358 dólares.
El dólar kiwi se situaba en 0,5968 dólares, tras haber logrado una pequeña ganancia del 0,1% durante la noche, ayudado por las apuestas a que los tipos locales tendrán que seguir subiendo. Se enfrenta a una resistencia en 60 centavos y el soporte está en 0,5920 dólares.
Al dólar australiano le está yendo mejor en algunos de los cruces, alcanzando los 96 yenes, cerca del máximo en dos meses, y los 0,6035 euros, también un máximo de dos meses.
En los mercados de divisas más amplios, el dólar se mantuvo en máximos de 10 meses frente a una cesta de divisas principales, apoyado por la subida de los rendimientos de los bonos estadounidenses ante las expectativas de una subida de tipos por parte de la Reserva Federal.
El presidente de la Fed de Chicago, Austan Goolsbee, afirmó el lunes que el hecho de que la inflación se mantenga por encima del objetivo del 2% del banco central sigue siendo un riesgo mayor que el de que la estricta política de la Fed ralentice la economía más de lo necesario.
"El mercado alcista del dólar ha madurado, pero aún no ha terminado. Se espera que la ampliación del crecimiento y de los diferenciales de tipos domine hasta finales de año", afirmaron los analistas de ANZ.
De hecho, un diferencial de rendimiento negativo cada vez mayor está pesando sobre el Aussie, con el rendimiento del bono australiano de referencia a 10 años cotizando 46 puntos básicos por debajo de su homólogo estadounidense, el mayor desde mayo.
Tras otro repunte de los rendimientos estadounidenses, el rendimiento del bono australiano a tres años subió 5 puntos básicos hasta el 4,069%, cerca de un máximo de 2 meses y medio del 4,090% hace tan sólo dos días.
