El proyecto de ley "ómnibus" del presidente argentino Javier Milei, un amplio paquete de reformas que abarca desde subidas de impuestos hasta privatizaciones, ha superado su primer obstáculo en el Congreso con la luz verde de una comisión de la Cámara Baja. Ahora se enfrenta a obstáculos mucho más difíciles.

El proyecto de ley, que forma parte de un importante impulso para remodelar la asediada economía del país sudamericano, requerirá la aprobación mayoritaria de los legisladores de ambas cámaras del Congreso, donde la coalición libertaria del propio Milei sólo cuenta con una pequeña minoría de escaños.

Se trata de un puntal clave de los planes de reforma de Milei desde que asumió el cargo el mes pasado, destinados a reavivar la fortuna de la nº 2 economía de Sudamérica. 2 de Sudamérica, que lucha contra una inflación superior al 200%, altos niveles de pobreza y una deuda pública paralizante.

Como parte del proyecto de ley, el gobierno privatizaría una serie de empresas públicas -aunque ha dado marcha atrás en la venta de la empresa energética estatal YPF- e introduciría un amplio impuesto del 15% sobre la mayoría de las exportaciones, con un aumento del 33% sobre la soja de exportación y sus derivados desde el 31%.

La extensa legislación se enfrenta a un debate en la cámara baja de diputados la próxima semana, con algunos bloques conservadores y moderados en el Congreso a favor, aunque a menudo con condiciones, mientras que los legisladores más izquierdistas se oponen en general.

La coalición de derechas de Milei sólo cuenta con el 15% de los escaños en la cámara baja y el 10% en el Senado, pero se ha aliado con el principal bloque conservador y ha incorporado a su gobierno diversas voces políticas.

"Muchos de nosotros tenemos la voluntad de acompañar al gobierno y ayudarle en las reformas necesarias para sacar al país de esta crisis", declaró el legislador de la Unión Cívica Radical Martin Tetaz, según la lectura del debate de la comisión de la cámara baja.

"Pero estamos convencidos de que estas reformas no pueden hacerse a costa de la austeridad sobre los jubilados, no pueden incluir aumentos de impuestos sobre la producción y, mucho menos, sobre las exportaciones".

El bloque oficialista peronista, principal oposición, fue más directo en sus planes de intentar tumbar el proyecto de ley.

"Como bloque vamos a expresar nuestro rechazo", dijo el jefe de la coalición Unión por la Patria, Germán Martínez, añadiendo que esperaba que otros partidos políticos se les unieran.

"Es un error muy grave darle más poderes a este presidente, que quiere pisotearlo todo", dijo Martínez.

El diputado Santiago Santurio, del bloque La Libertad Avanza de Milei, dijo que el proyecto "reconstruirá" Argentina. "Es un proceso para dejar atrás la decadencia en la que nos ha dejado la política y comenzar un proyecto de crecimiento liderado por el pueblo", dijo.

El proyecto de ley, que va de la mano de un decreto presidencial igualmente amplio, se ha enfrentado a la oposición desde varios frentes, entre ellos contra las subidas de impuestos previstas, la desregulación que podría afectar al medio ambiente y los recortes de gastos para las artes.

La legisladora de extrema izquierda Myriam Bregman argumentó enérgicamente contra el proyecto de ley, que, según ella, parecía redactado por los grupos de presión empresariales y el Fondo Monetario Internacional (FMI), con el que Argentina mantiene un tambaleante programa de préstamos por valor de 44.000 millones de dólares.

"La Libertad Avanza no tiene los números para aprobar este disparate, sólo puede hacerlo porque hay quienes colaboran con el desastre al que quieren llevar a nuestro país", dijo Bregman.