Las medidas, que deben ser aprobadas por el Congreso, ya habían sido señaladas por el gobierno de Lula y se consideran esenciales para aumentar los ingresos públicos y alcanzar su compromiso de déficit primario cero para el próximo año.

En virtud de una orden ejecutiva, el gobierno gravará las rentas de los fondos cerrados del 15% al 20%, recaudado dos veces al año.

Se espera que esto genere 24.000 millones de reales en ingresos entre 2023 y 2026, dijo el gobierno. Se espera que la recaudación compense una pérdida de ingresos derivada de la ampliación de las exenciones del impuesto sobre la renta de las personas físicas.

Alrededor de 2.500 brasileños han invertido en fondos cerrados, por un total de 756.800 millones de reales (155.180 millones de dólares), o el 12,3% del total de fondos de inversión del país.

Por otra parte, Lula enviará al Congreso un proyecto de ley para gravar las rentas de los fondos en paraísos fiscales con tipos del 0% al 22,5%.

(1$ = 4,8768 reales)