La redada tenía como objetivo al diputado Carlos Jordy, un feroz aliado del ultraderechista Bolsonaro que actualmente es el líder de la oposición en la cámara baja, representando al estado de Río de Janeiro como miembro del Partido Liberal (PL) de Bolsonaro.

En enero de 2023, partidarios de Bolsonaro invadieron y saquearon el Congreso, el palacio presidencial y el Tribunal Supremo una semana después de que el presidente izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva tomara posesión, protestando por su victoria electoral y pidiendo un golpe militar.

Jordy dijo en las redes sociales que era el blanco de "una medida autoritaria, sin base ni pruebas, cuyo único objetivo es perseguir, intimidar y crear narrativas antes de las elecciones locales".

Está previsto que el diputado se presente en octubre como candidato a la alcaldía de Niteroi, ciudad próxima a Río de Janeiro.

La policía federal confirmó en un comunicado separado que estaba cumpliendo 10 órdenes de búsqueda y captura ordenadas por el Tribunal Supremo en dos estados el jueves, pero no nombró a Jordy como objetivo específico.

Una fuente familiarizada con el asunto dijo a Reuters que las órdenes incluían registros en la oficina de Jordy en el Congreso.

Las redadas forman parte de una operación lanzada el año pasado para identificar a las personas que participaron en los disturbios, los financiaron o los fomentaron.

Las personas están siendo investigadas por delitos de "abolición violenta del Estado de derecho, golpe de Estado, asociación delictiva e incitación", según la policía.