El fiscal anticorrupción del país anunció la sentencia dictada contra Viorel Birca en relación con el fraude de 2014-2015, acusado de fraude masivo y de "actuar en interés de un grupo criminal".

Los periodistas no fueron informados con antelación de la audiencia de sentencia y no asistieron a la misma. Birca, a diferencia de otras figuras del caso, ha permanecido en Moldavia, aunque no se sabía si estaba en el tribunal.

Los fiscales alegaron que Birca había organizado varias transferencias al extranjero por un total de 100 millones de dólares mientras ejercía como presidente en funciones del consejo de Banca de Economii. Él negó todos los cargos que se le imputaban.

También se ha iniciado una causa civil contra Birca.

Un tribunal moldavo condenó el año pasado al magnate de los negocios Ilan Shor a 15 años de prisión en rebeldía en relación con el caso - la suma ascendía al 12% del producto interior bruto de Moldavia en aquel momento.

Desde su exilio en Israel, Shor ha organizado mítines de oposición contra la administración proeuropea de la presidenta Maia Sandu. El Tribunal Constitucional de Moldavia ilegalizó posteriormente un partido político que llevaba su nombre.

Otra presunta figura detrás del fraude, Vlad Plahotniuc, tenía una enorme influencia en todos los aspectos de la vida pública moldava antes de abandonar el país en 2019. También sigue prófugo y se cree que se encuentra en el norte de Chipre.

Más de 30 casos pendientes siguen ante los tribunales.

El caso de fraude sigue resonando en la política moldava una década después de los hechos.

El parlamento moldavo destituyó el mes pasado al jefe del banco central, Octavian Armasu, por no haber actuado para recuperar el dinero perdido en el escándalo.