Por Anthony Deutsch, Stephanie van den Berg y Humeyra Pamuk

LA HAYA/WASHINGTON, 5 jul (Reuters) - El 20 de mayo, el mismo día en que el fiscal de la Corte Penal Internacional Karim Khan solicitó por sorpresa órdenes de detención contra los dirigentes de Israel y Hamás implicados en el conflicto de Gaza, canceló repentinamente una delicada misión de recogida de pruebas en la región, según dijeron a Reuters ocho personas con conocimiento directo del asunto.

La planificación de la visita había estado en marcha durante meses con las autoridades estadounidenses, dijeron cuatro de las fuentes.

La decisión de Khan de solicitar las órdenes dio al traste con los planes respaldados por Washington y Londres para que el fiscal y su equipo visitaran Gaza e Israel. El tribunal tenía previsto reunir pruebas in situ de crímenes de guerra y ofrecer a los dirigentes israelíes una primera oportunidad de presentar su posición y las medidas que estaban adoptando para responder a las acusaciones de crímenes de guerra, dijeron a Reuters cinco fuentes con conocimiento directo de los intercambios.

La petición de Khan de una orden de detención contra el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu --el primer intento del tribunal de detener a un jefe de Estado en ejercicio respaldado por Occidente-- también se enfrentó a los esfuerzos que Estados Unidos y Reino Unido estaban liderando para impedir que el tribunal procesara a dirigentes israelíes, dijeron las fuentes.

Los dos Estados han afirmado que el tribunal no tiene jurisdicción sobre Israel y que solicitar órdenes judiciales no ayudaría a resolver el conflicto.

La oficina de Khan dijo a Reuters que la decisión de solicitar órdenes de detención se basaba, en consonancia con su enfoque en todos los casos, en una evaluación del fiscal de que había pruebas suficientes para proceder, y en la opinión de que solicitar órdenes de detención inmediatamente podría impedir que se siguieran cometiendo delitos.

Reuters es la primera en informar detalladamente sobre el viaje previsto y las repercusiones de su cancelación.

Khan llevaba tres años trabajando para mejorar las relaciones con Estados Unidos, que no es miembro del tribunal. Había pedido a Washington que le ayudara a presionar a su aliado Israel --que tampoco es miembro del tribunal-- para que permitiera el acceso de su equipo, dijeron cuatro fuentes.

Su decisión ha perjudicado la cooperación operativa con Estados Unidos y ha enfadado a Reino Unido, miembro fundador del Tribunal, según las fuentes.

Un alto cargo del Departamento de Estado de EEUU dijo que Washington seguía trabajando con el tribunal en sus investigaciones sobre Ucrania y Sudán, pero tres fuentes con conocimiento directo de las relaciones de la Administración estadounidense con el tribunal dijeron a Reuters que la cooperación se ha visto perjudicada por la repentina acción de Khan.

Afirmaron que han surgido problemas en los preparativos de nuevas acusaciones de sospechosos en Darfur (Sudán) y en la detención de fugitivos. Dos de las fuentes señalaron que una operación para detener a un sospechoso, que no quisieron describir en detalle, no se llevó a cabo como estaba previsto debido a la pérdida del apoyo clave de Estados Unidos. Todas las fuentes expresaron su preocupación por que la actuación de Khan pudiera poner en peligro la cooperación en otras investigaciones en curso.

Sin embargo, la repentina medida de Khan ha suscitado el apoyo de otros países, poniendo de manifiesto las diferencias políticas entre potencias nacionales sobre el conflicto y el tribunal. Francia, Bélgica, España y Suiza han hecho declaraciones en las que respaldan la decisión de Khan; Canadá y Alemania se han limitado a afirmar que respetan la independencia del tribunal.

La CPI, que es el tribunal mundial de crímenes de guerra para enjuiciar a individuos, no dispone de una fuerza policial para detener a los sospechosos, por lo que depende de los 124 países que ratificaron el tratado de Roma de 1998 que la fundó. China, Rusia, Estados Unidos e Israel, que no son miembros, colaboran a veces con el tribunal de forma ad hoc.

CON POCAS HORAS DE ANTELACIÓN

Khan decidió personalmente cancelar la visita a la Franja de Gaza, Jerusalén y la ciudad cisjordana de Ramala, que debía comenzar el 27 de mayo, dijeron dos de las fuentes.

Varios responsables judiciales e israelíes tenían previsto reunirse el 20 de mayo en Jerusalén para ultimar los detalles de la misión. En su lugar, Khan solicitó ese mismo día órdenes de detención contra Netanyahu, el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, y tres dirigentes de Hamás: Yahya Sinwar, Mohamed Deif e Ismail Haniya.

Un cargo de la ONU, que habló bajo condición de anonimato, confirmó que se habían mantenido conversaciones iniciales sobre la visita de Khan a Gaza, que abarcaban la seguridad y el transporte.

Los billetes de avión y las reuniones entre altos cargos de la corte y responsables israelíes se cancelaron con apenas unas horas de antelación, lo que sorprendió a parte del propio personal de Khan, según afirmaron siete fuentes con conocimiento directo e indirecto de la decisión.

El cargo del Departamento de Estado estadounidense dijo que el abandono de la visita de mayo rompía con la práctica habitual de la fiscalía de buscar el compromiso con los Estados investigados. Tres fuentes estadounidenses dijeron, sin dar detalles, que el motivo de Khan para cambiar de rumbo no se había explicado claramente y que el cambio de rumbo había dañado la credibilidad del tribunal en Washington.

La oficina de Khan no abordó directamente esos puntos, pero dijo que había pasado los tres años anteriores intentando mejorar el diálogo con Israel y que no había recibido ninguna información que demostrara una "acción genuina" a nivel nacional por parte de Israel para abordar los crímenes denunciados.

Khan "sigue acogiendo con satisfacción la oportunidad de visitar Gaza" y "permanece abierto a entablar un diálogo con todos los actores relevantes", afirmó su oficina en un correo electrónico.

Basem Naim, alto cargo de Hamás, declaró a Reuters que Hamás no tenía conocimiento previo de las intenciones de Khan de enviar un equipo de investigadores a Gaza.

La oficina de Netanyahu y el Ministerio de Asuntos Exteriores israelí declinaron hacer comentarios.

La guerra en Gaza estalló después de que combatientes dirigidos por Hamás irrumpieran en el sur de Israel el 7 de octubre, matando a 1.200 personas y tomando a unas 250 como rehenes. Casi 38.000 palestinos han muerto en la campaña terrestre y aérea israelí, según el Ministerio de Sanidad de Gaza.

WASHINGTON, SORPRENDIDO

La CPI admitió "el Estado de Palestina" en 2015, y Khan dice que su oficina tiene jurisdicción sobre presuntos crímenes atroces cometidos desde el 7 de octubre por palestinos en Israel y por cualquier persona en la Franja de Gaza. Ni Estados Unidos ni Reino Unido reconocen el Estado palestino, por lo que disputan la jurisdicción del tribunal sobre el territorio.

Aunque Washington y Londres sostienen que el tribunal no tiene jurisdicción en esta situación, estaban hablando con Israel para ayudar al fiscal Khan a organizar la visita, dijeron a Reuters cuatro fuentes próximas a sus administraciones.

Las fuentes dijeron que estaban al corriente de que Khan podría solicitar órdenes de detención contra Netanyahu y otros altos cargos israelíes: desde al menos marzo, Khan o miembros de su equipo habían estado informando a los gobiernos de Estados Unidos, Reino Unido, Rusia, Francia y China sobre la posibilidad de presentar cargos contra dirigentes israelíes y de Hamás.

Una fuente diplomática de un país occidental dijo, sin dar detalles, que hubo un esfuerzo diplomático en la sombra para tratar de convencer a la CPI de que no tomara ese camino.

"Trabajamos duro para construir una relación sin sorpresas", dijo una fuente estadounidense, que pidió no ser nombrada debido a lo delicado del caso.

El 21 de mayo, Blinken calificó la decisión de Khan de "profundamente equivocada", afirmando que no se ajustaba al proceso que él esperaba y que complicaría las perspectivas de llegar a un acuerdo sobre la liberación de los rehenes o un alto el fuego. Dijo ante un comité de asignaciones del Senado que trabajaría con los republicanos para imponer sanciones contra cargos de la CPI.

El mismo día, David Cameron dijo al Parlamento británico que la medida de Khan era un error.

En privado, respondió furioso al cambio de planes, calificándolo de "locura" porque el equipo de Khan aún no había visitado Israel y Gaza, y amenazando en una llamada telefónica con Khan con retirar a Reino Unido de la Corte y recortar el apoyo financiero a la misma, dijeron tres fuentes con conocimiento directo de la discusión. Un responsable del Ministerio de Asuntos Exteriores declinó hacer comentarios sobre la llamada telefónica o sobre la relación de Reino Unido con el tribunal.

En junio, la CPI permitió al Reino Unido presentar un escrito en el que esbozaba sus argumentos jurídicos en el sentido de que la CPI no tiene jurisdicción sobre el caso. La cuestión de la jurisdicción del tribunal divide tanto a los miembros como a los no miembros del mismo.

Estados Unidos mantiene una tensa relación con el tribunal. En 2020, bajo el mandato del expresidente estadounidense Donald Trump, Washington le impuso sanciones, que fueron retiradas bajo el mandato del presidente Joe Biden.

La oficina de Khan dijo que "ha hecho esfuerzos significativos para comprometerse con Estados Unidos en los últimos años con el fin de fortalecer la cooperación, y ha estado agradecido por la asistencia concreta e importante proporcionada por las autoridades estadounidenses".

(Información de Anthony Deutsch, Stephanie van den Berg en La Haya y Humeyra Pamuk en Washington; información adicional de Dan Williams y Maayan Lubell en Jerusalén, Elizabeth Piper y Andrew MacAskill en Londres, Nidal Al Mughrabi en El Cairo y Michelle Nichols en las Naciones Unidas; edición de Sara Ledwith; editado en español por Anxo Fariñas Torres.)